Carlos Latre: «Todas las ocasiones son buenas para beber grandes vinos»

Aunque reconoce que en su casa siempre se ha bebido vino, su acercamiento a este mundo llegó de la mano de “sumilleres, restaurantes y bodegas cercanas a mi casa. Además, hice algún curso que despertó aún más mi afición”. Una afición que sigue alimentando allá donde va, porque gracias a su profesión Carlos Latre aprovecha “las giras de teatro por toda España para conocer vinos”.

Una vez que volvamos a la normalidad ¿por dónde vas a retomar tu actividad vinícola?

Donde la dejé: seguiré haciendo cursos, catas y lecturas sobre vino, pero de lo que más ganas tengo es de poder disfrutar de una copa con amigos…

¿Recuerdas algún viaje en el que el vino fuera una parte importante del mismo?

He programado viajes exclusivamente para ir a probar algún vino o conocer una determinada región. Recuerdo viajes a bodegas de amigos en Rioja o Ribera o el que hice para conocer El Priorat de la mano de mi amigo Álvaro Palacios, un viaje precioso…. También fui a Sanlúcar a conocer sus vinos.

¿Qué vinos has descubierto durante el confinamiento?

La verdad es que esta época que nos ha tocado vivir ha sido una magnífica oportunidad para estar relajado, probar vinos nuevos y descubrir algunos que no conocía. Por ejemplo, el Morey-Saint-Denis de David Dubant o el Trepat, de Josep Foraster, entre muchos otros. También he vuelto a disfrutar de vinos que ya me gustaban mucho como Frontonio o Gran Reserva 904 de Rioja Alta.

¿Cuáles son tus vinos de cabecera?

Soy muy fan de los vinos de Álvaro Palacios y gran amigo de los vinos de Emilio Moro, Murrieta o los Muga.

“Lo que he aprendido en esta situación es que no hay vinos para grandes ocasiones, sino que todas las ocasiones son buenas para beber grandes vinos”.

Recomiéndanos un maridaje inolvidable.

Para mí el mejor maridaje es una buena mesa, rodeada de buenos amigos con marisco gallego y un Billecart Salmón Rosé.

Aplausos, caceroladas, encuentros virtuales con los amigos, cambio de fase… ¿qué aconsejas para cada momento?

Soy más de aplauso que de cacerola y lo que recomiendo fervientemente es, pase lo que pase, no dejar de sonreír. Buscar siempre el lado positivo a todo y acabar brindando con un buen vino.

¿Con qué vas a brindar cuando volvamos a la normalidad? 

Lo que he aprendido en esta situación es que no hay vinos para grandes ocasiones, sino que todas las ocasiones son buenas para beber grandes vinos.

Si pensamos en viajar y promocionar todo lo de España, que va a ser la tendencia este verano, ¿cuáles son tus recomendaciones?

Tenemos que redescubrir nuestro país, sus pueblos, su gastronomía, cultura y gentes. Para mí, una gran zona desconocida y que es una auténtica maravilla es el interior de Castellón.

“Hay un trabajo importante que hacer por socializar el mundo del vino como ha hecho la cerveza”

Tú que conectas tanto con la gente joven, ¿por qué en un país donde tenemos vino a tan buen precio, no llegamos a ese mercado?

Pues creo que el mercado del vino se asocia a algo difícil, poco cercano, incluso esnob. Hay un trabajo importante que hacer por socializar el mundo del vino como ha hecho la cerveza.

¿Te ves algún día dando un paso más y metiéndote en el negocio del vino?

El mejor vino es el de mi amigo el bodeguero. Es un mundo del que gozo mucho pero muy difícil y sacrificado y, como dice el refrán, “zapatero a tus zapatos”.

Por último, ¿qué vino nos recomiendas para una tarde de risas?

4 Kilos de Mallorca. Es un vino sedoso, diferente, sabroso, largo en el gusto y con gente increíble detrás.

María Orriols

Periodista especializada en temas de Estilo de Vida.