Parece que estas utilizando un bloqueador de anuncios

Para poder mantener este portal de forma gratuita necesitamos la publicidad. Por favor desactivar el Adblocker para acceder al contenido

Inicio / Nuestras Firmas / Pago los Balancines: el entorno como guía

Pago los Balancines: el entorno como guía

/
/
Vista de una de las viñas de Pago los Balancines / Fotos: Pago los Balancines

Antes de llegar a Pago los Balancines, hay que atravesar una carretera plagada de olivos. Un cultivo que predomina en unos terrenos donde otrora primaran las viñas. En Oliva de Mérida, retirada del núcleo urbano de esta población pacense, se encuentra el proyecto de Pedro Mercado, enólogo y propietario de la bodega. “Hace 15 años nos dijeron que era imposible hacerse un nombre en el mundo del vino en Extremadura” explica Pedro. Sin embargo, Pago los Balancines destaca ahora entre los vinos de alta gama y precio medio, con sus etiquetas amparadas en su mayoría bajo la D.O. Ribera del Guadiana: «estamos en una zona de granelistas pero hemos demostrado que se pueden hacer vinos de alta gama en nuestra zona».

 

Reivindicar el lugar

“Somos reivindicadores del lugar; es nuestra singularidad” y así se demuestra en la selección de variedades y en la recuperación de viñedos que llevan a cabo. El objetivo al llegar a este entorno era recuperar lo autóctono. Con el boom de Jerez en los 60, muchas de las viñas fueron arrancadas para plantar palomino fino y, más tarde, en los 80, para tempranillos y otras variedades tintas, al igual que se hacía en otras zonas de España. Por eso, han querido recuperar los viñedos antiguos que quedaban de las variedades previas y reproducirlas para evitar que se perdieran.

 

“Hacer vinos frescos en un clima cálido es una contradicción”, Pedro Mercado.

 

Como han hecho con la tinta roriz, un clon de tempranillo del Alentejo, que en un primer momento creían que era el mismo clon del norte de España que hay en otras zonas. También han reproducido y recuperado otras como la garnacha tintorera, cuando antes era de las más abundantes en la zona, y que es el eje de sus vinos tintos. Con estas variedades elaboran Haragán (garnacha tintorera y tinta roriz con 24 meses de barrica francesa), el más conocido de la bodega y su buque insignia, o su Balancines Crianza Colección (garnacha tintorera y garnacha, con 12 meses de barrica).

En cuanto a blancas, han conseguido algunas cosas interesantes con las variedades cayetana o pardina, pero siempre como complemento, pues son variedades aromáticas, pero con poco cuerpo, y no encajan dentro del tipo de vinos que hacen en la bodega, con estructura y largas crianzas: “hacer vinos frescos en un clima cálido es una contradicción” porque, según explica el enólogo de Balancines, “eso no refleja el lugar en el que estoy, aquí tenemos que hacer vinos blancos con más cuerpo y estructura”. Por eso, se decantan por variedades como la viura (o macabeo), para elaborar Balancines Fermentado en Barrica (con seis meses sobre lías en roble), ensamblándola con algo de chardonnay; o esta última como protagonista de Alunado (con 12 meses en barrica sobre lías).

La barrica es un punto en común en todos su vinos, porque Pedro admite ser un enamorado de la madera, pero de forma que la fruta predomine, aportando finura. Por eso emplea barricas de roble francés que pueden llegar a los seis años.

 

Recuperación de viñas centenarias: Parcelas históricas

No sólo recuperan variedades, sino que también están recuperando parcelas de vides viejas, con su proyecto Parcelas Históricas. Una línea que sólo se produce cuando se dan las condiciones necesarias para su elaboración.

El primer vino se lanzó el año pasado: Barbas de Gata, un monovarietal de garnachas centenarias, obtenidas de diversos minifundios en el norte de Extremadura, en Sierra de Gata. Este año, completarán la línea con el lanzamiento, durante el último trimestre del año, otros tres vinos, estos de viñas situadas en el entorno de los Balancines: Viña de Buenavista, de sus cepas más antiguas de tinta roriz en Sierra Peñas Blancas; Cerro del Boticario, una garnacha tintorera de Sierra de Juan Bueno; y, el que denominan la estrella de esta colección, La Viña del Hombre, elaborada con graciano de Aldea de los Alunado, con una producción que no llega a 300 botellas.

Respeto al entorno

Tras atravesar el mar de olivos que predomina el entorno, el edificio de la bodega, a pesar de su corte contemporáneo, de líneas limpias, recibe sin romper la estética del entorno. A la entrada, Aníbal, uno de los mastines vinculados a este proyecto, que no es sólo enológico, hace de guía hasta la entrada.

El edificio fue concebido por su propietario, pues antes de dedicarse por completo al sector del vino, ejercía como arquitecto. Para el diseño de la bodega, se aprovecharon las ventajas que ofrecía el entorno, pensando siempre en la máxima eficiencia de los recursos. Se construyó aprovechando la brisa que fluye de este a oeste, que atraviesa el edificio, de forma que refrescara y ventilara el edificio sin gastar energía. La sala de barricas, por su parte, se construyó a 8 metros bajo el suelo, para conseguir una temperatura y humedad estables.

“Con nuestros vinos queremos reflejar dónde estamos”. Por este motivo, el respeto por el entorno es parte de la filosofía de este proyecto y se transmite también a través de los viñedos. Cuentan con 60 hectáreas de viñedos aproximadamente, con todas las viñas en secano, en vaso y 100% ecológico, intercalado con otros cultivos de forma natural, para controlar posibles de plagas. A partir de la añada 2020 sus vinos contarán con la certificación de vino ecológico, pero este logro ha sido un mero trámite, pues ya trabajan así desde sus inicios, aunque les servirá para entrar en nuevos mercados donde esta certificación sí que es exigida. “La única cosa que hemos tenido que cambiar ha sido el sulfuroso que usábamos, a uno aprobado con certificación ecológica” matiza.

 

“Con nuestros vinos queremos reflejar dónde estamos”, Pedro Mercado.

 

También llevan a cabo algunas prácticas biodinámicas, como el uso de cuarzo en polvo o la elección de la fecha de plantación en función del calendario lunar: “hemos adaptado lo que nos funciona en nuestra bodega”. Además, aprovechan el 90% de la viña, ya que el raspón lo destinan a alcoholera y los restos de poda son devueltos al viñedo.

Algunas de las decisiones en viñedo van más allá de una filosofía: “el vaso es la mejor forma de proteger los racimos del sol en el mediterráneo”, explica. Por eso las nuevas viñas que han ido plantando también están en vaso, con vistas a futuro, por los cambios que se están produciendo en el clima y por posibles restricciones de agua que se puedan dar. De hecho, ese futuro no es tan lejano pues, a pesar de que esta primavera ha dado un respiro, los últimos años han estado marcados por intensas sequías. De todas formas, el regadío en estas viñas no es una opción y no sólo porque sean de secano sino porque “no buscamos cantidad, sino calidad”, por ello, limitan el rendimiento a 2.000 kg/ha, aunque las últimas vendimias no han superado los 1.200-1.500 kg/ha.

 

La importancia de la zona, más allá de las fronteras

La zona donde se ubica Pago los Balancines comparte clima, orografía y tradiciones con Alentejo (que está a menos de 200 km en línea recta), y por tanto históricamente se han dado las mismas variedades de vid a ambos lados de la frontera. Es una de las razones por las que contaban con la tinta roriz.

Bajo su suelo con matriz arenosa-arcillosa, a unos 2 metros, hay una veta calcárea, la única de la zona. Algo que hace que los vinos sean menos rudos. El esquema del suelo donde se sitúan las viñas de Pago los Balancines, tal y como explica su enólogo, es similar al del Rodano sur “me identifico mucho con sus vinos” por las similitudes que encuentra con los suyos: “La cal está presente en muchos de los grandes vinos”.

Además, una de las ventajas de su localización es que está en una lengua por la que fluye una brisa fresca constante mitiga las altas temperaturas de la zona y hace que las viñas no sufran tanto el calor.

 

Proyecto los mastines. No sólo una línea de vino

Los Mastines da nombre a otra de las líneas de vinos, de edición limitada, de Pago los Balancines. En concreto la forman una garnacha tintorera, una garnacha salvaje y una cabernet sauvignon, a la que apodan “indígena”.

Pero los protagonistas que hay tras las etiquetas tienen mucha historia, pues son fruto del proyecto de recuperación del mastín original que había antes en la zona, para reintroducirlo para el uso ganadero. Con este proyecto quieren «devolver a la naturaleza parte de lo que nos da”.

La especie actual había disminuido de tamaño al no tener que enfrentarse al lobo, en épocas en las que se había reducido su población, y tras haber pasado décadas de hambrunas. Mediante la selección, han conseguido mejorar la raza y que esta adquiera un mayor tamaño. De esta forma, no sólo se consigue que los mastines protejan los rebaños durante su trashumancia, sino que se protege de forma indirecta al lobo al no tener que acabar con él.

Una actividad no lucrativa que ha conseguido reintroducir esta raza en las sierras.

Olivos centenarios: proyecto oleícola de Pago los Balancines

La bodega también cuenta con su propio proyecto oleícola. En su afán por recuperar el patrimonio vegetal de su entorno, se han atrevido también con un olivar centenario, con sistema tradicional de cultivo, en secano y con bajísimo rendimiento.

El resultado es el aceite de oliva virgen extra Olivos Centenerios, un «AOVE de parcela», de produción muy limitada, de la variedad morisca, también conocida como basta, autóctona de la zona.

En su primera campaña, produjeron 1.000 botellas de 500 mililitros, elaboración que esperan repetir este año.

 

  • Facebook
  • Twitter
  • Linkedin
  • Pinterest
  • Buffer

Suscribirse

Reciba nuestras noticias en su email

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

La altura div se necesita para habilitar la barra lateral pegajosa
Clics de anuncios : Vistas de anuncios : Clics de anuncios : Vistas de anuncios : Clics de anuncios : Vistas de anuncios : Clics de anuncios : Vistas de anuncios : Clics de anuncios : Vistas de anuncios :