Las líneas de Rueda

Con 40 años de existencia, la Denominación de Origen Rueda fue la primera denominación de Castilla y León. Especializada en vinos blancos, uno de sus objetivos principales es la protección y desarrollo de la verdejo. No en vano, esta uva es autóctona en la zona desde el siglo XI y, aunque también se cultivan viura (desde los años 50), sauvignon blanc (desde los 70), palomino fino (desde la década de los 30) y desde hace poco la viognier y la chardonnay, es la verdejo, con su excelente acidez, su expresión frutal y gran armonía, la que marca el carácter de los vinos de rueda.

Si hablamos de las características de dichos vinos, además de la uva, tenemos que hacer referencia a dos condicionantes más: el clima continental y el suelo cascajoso. El primero de ellos es lo que proporciona el equilibrio entre el azúcar y la acidez, debido a la diferencia de temperatura entre el día y la noche que se produce gracias a la altitud (entre 700 y 800 metros sobre el nivel del mar):  la uva gana azúcar con el sol del día y el frío de la noche hace que no pierda acidez. Por su parte, el suelo cascajoso es un suelo pedregoso lo que permite una buena aireación y drenaje y que las tierras sean ricas en calcio y magnesio.

Las contraetiquetas de los vinos de D.O. Rueda indican vinos tranquilos que son los que contienen un mínimo del 50% de las principales variedades de uva (verdejo y sauvignon blanc); vinos de licor que son el Dorado y el Pálido, elaborados a partir de palomino fino y/o verdejo; vinos espumosos y gran vino de Rueda que son los vinos elaborados con uvas procedentes de viñedos de más de 30 años y bajos rendimientos de producción.

Diferentes estilos de Rueda

Un claro ejemplo de vino tranquilo es Diez Siglos Verdejo 2019 (Bodega Diez Siglos). Elaborado 100% con uva verdejo y en sus propias lías, lo que le aporta cremosidad, es un Rueda tradicional. De color amarillo pajizo, se trata de un vino joven de olor limpio. En boca es persistente, elegante con el posgusto amargo.

Finca Montepedroso 2018 (Finca Montepedroso) es un vino blanco 100% Verdejo, con cinco meses de crianza sobre lías lo que le da un mayor cuerpo y que permite que sea un vino de guarda. De amarillo limón es limpio y brillante. En nariz se nota la fruta madura (albaricoque, melocotón), hinojo y hierba fresca. En boca destaca su cremosidad y que en lugar de tanta acidez haya más grasa y untuosidad lo que hace que sea un vino gastronómico.

Dentro de la D.O. Rueda una de las grandes curiosidades son los vinos de licor o vinos generosos que se hacían, igual que se elaboran en el sur de España, bajo el sistema de criaderas y soleras. “Aunque la uva palomino fino se planta en la zona desde los años 30, ya no se puede plantar más por lo que, para elaborar este tipo de vinos se añade Verdejo”, comenta Ana Lahiguera, Brand Ambassador de la D.O. Rueda.  La Cooperativa Cuatro Rayas fue la primera en embotellar, en el año 1950, el vino 61 Dorado realizado de la manera artesanal con la crianza biológica y posterior fase oxidativa. Con un 75% verdejo y 25% palomino en nariz se perciben los frutos secos “siendo más ácido que los vinos generosos del Sur”, comenta Lahiguera.

En cuota de mercado, Rueda es la segunda denominación a nivel nacional y en hostelería, lo cual es importante si tenemos en cuenta que más del 65% del consumo en nuestro país es de tinto; y es la primera D.O. en vinos blancos de calidad, ocupando también la primera posición en la mente del consumidor cuando piensa en vino blanco y la preferida por el 24% de los consumidores, según un estudio de A.C. Nielsen.

María Orriols

Periodista especializada en temas de Estilo de Vida.