Vinos blancos para dar luz al verano

Los vinos blancos han demostrado que pueden acompañarnos en cualquier estación, pero es durante el verano cuando parece que las altas temperaturas nos animan más a disfrutarlos. Vinos frescos y fáciles de disfrutar, pero no por ello menos complejos en matices. A continuación, te ofrecemos una selección de vinos blancos para dar luz a este inusual verano, que también querrás seguir disfrutando cuando termine la época estival. Seis vinos de diferentes zonas y variedades, perfectos para disfrutar de una puesta de sol, de un tentempié veraniego o coger buena nota para incorporarlos, en unos meses, al menú de invierno.

De los Abuelos Godello 2019 (Pago de los Abuelos)

• Godello
• D.O. Bierzo

Nacho Álvarez mima y recupera en el Bierzo pequeñas parcelas, algunas centenarias, en una apuesta por el patrimonio vitivinícola de la zona. En el caso de este godello 100%, las viñas plantadas en vaso datan de principios del siglo XX, con producciones muy bajas. Fermentado en depósito, macera 6 meses sobre sus lías. Esta añada destaca especialmente por una nariz muy perfumada y una boca elegante con gran presencia de fruta. Además, está dotado de una acidez que anticipa un buen envejecimiento en botella.

Larrosa Blanca 2019 (Izadi)

• Garnacha blanca
• D.O.Ca Rioja

Larrosa es la apuesta de la bodega riojana por las variedades autóctonas. En el caso de Larrosa Blanca, se trata de una un 100% garnacha blanca. En esta segunda añada gana complejidad, ofreciendo un perfil cambiante de sabores y aromas según se va abriendo en la copa. Goloso, muy aromático y con gran acidez. Capaz de complementar a un plato veraniego e incluso elaboraciones más invernales.

Lainoa 2019 (Bodegas Virgen de Lorea)

• Hondarrabi Zuri
• D.O. Bizkaiko Txakolina

Los viñedos de Bodegas Virgen de Lorea se sitúan en la ladera sur de los montes de Otxaran-Zalla en plenas Encartaciones. Para este txakoli de corte renovado, la bodega utiliza una selección de las viñas más viejas y con mayor exposición solar. El resultado es un vino fresco, con gran acidez, largo y sabroso, con aromas a frutas blancas y toques de balsámicos en boca.

Cima Mazacruz Blanco 2019 (Dehesa de los Llanos)

• Verdejo
• V.T. Castilla

A 5 kilómetros de Albacete, en fincas utilizadas ya en el siglo XVII por los monjes franciscanos, Dehesa de los Llanos elabora dos vinos bajo la marca Cima Mazacruz. En el caso de este vino blanco, con la variedad verdejo. Con 6 meses de maceración sobre lías finas, resulta un vino persistente, donde resaltan recuerdos a melocotón en boca y flores blancas en nariz. Una edición limitada que apenas supera las 2.000 botellas.

El Sitio Malvasía (Bodegas El Sitio)

• Malvasía aromática
• D.O. Islas Canarias

Este vino blanco se elabora en Tacoronte, al sur de la isla de Tenerife, a partir de cepas plantadas en pie franco, en suelos volcánicos. Una malvasía aromática 100%, con 4 meses de crianza sobre lías finas en depósito, que da como resultado un vino untuoso, de paso largo, con notas cítricas y recuerdos a frutas tropicales.

Quíbia 2019 (Ànima Negra)

• Callet, premsal blanc y giró ros
• V.T. Mallorca

Ànima Negra tiene como seña de identidad la uva callet, presente en todos los vinos que]]] elabora. Y este vino blanco no es la excepción, que cuenta con: 40% de uva tinta callet, 35% de premsal blanc y un 25% de la variedad blanca giró ros; las tres, autóctonas de la zona. En esta añada, además, tiene un porcentaje mayor de giró ros, lo que le da mayor cuerpo y personalidad. El resultado es un vino fresco, redondo y con un toque salino. Una forma de disfrutar de Mallorca, en una copa.

Susana Molina

Periodista especializada en el sector del vino.