El ciclo anual de un viñedo. Capítulo 0. Simplificando términos
A veces, algunos apasionados del vino me comentan que les gustaría conocer en profundidad el ciclo de la vid. Pero de una manera fácil y directa. No es preciso que sea muy exacta, o tener que conocer todos los detalles, sino algo que sea fácilmente asimilable, como pequeños bombones de información. Algo no apto para viticultores profesionales.
La mayoría de los libros son muy técnicos y extensos. Y normal, para eso están, para darnos la máximo cantidad de información. Para enseñarnos todas las maneras de plantar y manejar el cultivo de la vid desde zonas áridas a zonas frías y lluviosas. Desde el hemisferio Norte, al hemisferio Sur. Y todo ello teniendo en cuenta todas las plagas posibles, y toda la maquinaria disponible.
De hecho, recuerdo a un profesor universitario que nos decía que en España solo estudiábamos la agronomía del primer mundo (la nuestra). Y que eso solo significa un pequeño porcentaje mundial. Nos comentaba que la agronomía en Cuba era muy diferente. No solo por ser cultivos tropicales y diferentes a los de España, sino porque allí, por ejemplo, no tenían la oportunidad de usar tractores. O nos comentaba también cómo en algunos países africanos, cultivaban semillas que no estuviesen bajo patente para poder usar las semillas de los frutos cada año. Y ello conllevaba una serie de limitaciones en producción y en sensibilidad a plagas.
Por ello, voy a hacer el estudio del ciclo anual de una parcela de viña en Yecla. Voy a dar poca información, pero intentando que sea asimilable. Una vez, intenté redactar tan breve y tan asimilable un tema de viticultura en un examen, que mi profesor me dijo que ese examen solo serviría para una revista poco especializada. Y eso mismo voy a hacer: ganarme el suspenso de los profesionales de la viticultura, pero ofreciendo el "Sufi" a quien de esto no sabe mucho.
Nunca fui un estudiante brillante de viticultura. No era mi momento. Tampoco me estimularon los profesores. Aquella pareja torpe de profesores universitarios en cuyas manos caí y de los cuales no quiero ni acordarme, en vez de transmitir pasión por algo tan bonito, me inculcaron indiferencia e incluso rechazo. No solo a mí, sino a varias generaciones de estudiantes. Pero de todo se aprende. Y por ello, ahora ya con ilusiones renovadas, con amigos viticultores muy apasionados, y con libros muy didácticos pretendo transmitir algo de conocimiento a quien de esto no sabe mucho.
En este ciclo de artículos, se seguirá, semana a semana, la evolución de una viña que está localizada en Yecla. Si hay un accidente o plaga, lo pondré también, así como las soluciones propuestas por viticultores profesionales. Aunque, dejando de lado las excepciones locales, podría ser, en líneas generales, el ciclo que cualquiera podría seguir si observara la cepa de viña que tiene en su chalet.
Arturo Blasco
Enólogo
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Licenciado en Enología.
Master en Dirección de Marketing y Ventas.
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