Coronavirus: entre la crisis y la gran oportunidad del sector del vino

Si el impacto sanitario fue la primera consecuencia del coronavirus, está claro que esta crisis ha ido mucho más allá y está haciendo mella en todos los sectores de la economía, en la manera de consumir y en la forma de vivir. Igual que cualquier otro elemento del sector agroalimentario, las bodegas y el consumo del vino también se está viendo afectado por el COVID-19.

Tal y como asegura Amaya Cebrián, responsable de Marketing y Comunicación de Bodegas LAN “el cese de actividad de hostelería y el confinamiento tienen consecuencias en la caída del consumo y las ventas”. Aunque muchas bodegas, como es el caso de Torremilano, han seguido funcionando con normalidad tanto en el área de producción como en la bodega, “al desaparecer prácticamente en un 90% la demanda de vino en el mercado nacional (en nuestro caso porque no trabajamos con la gran distribución) y bajar el flujo de pedidos de exportación, nos hemos dedicado a buscar alternativas para comercializar nuestro vino”, comenta Ricardo Peñalba, director técnico de Finca Torremilanos. En este sentido, muchos son los que han apostado por fomentar su venta online. “Nuestras ventas a través de internet se han incrementado considerablemente, superando ampliamente a las que se producen en la época previa a la Navidad”, asegura Diego Burgos, director de comunicación de Castelo de Medina. “Nosotros también hemos apostado fuerte por el canal online, rebajando hasta un 25% el precio delas botellas, de esta manera conseguimos tener más consumidores de nuestros vinos y poder estar en más hogares españoles”, confirma José Moro de Bodegas Emilio Moro y Cepa21.

“Al desaparecer prácticamente en un 90% la demanda de vino en el mercado nacional y bajar el flujo de pedidos de exportación, nos hemos dedicado a buscar alternativas para comercializar nuestro vino”, Ricardo Peñalba (Finca Torremilanos).

Y es que no hay duda que otro de los grandes cambios que ha producido la crisis del coronavirus es la manera de consumir vino provocando el salto del consumo de los restaurantes y bares a las casas, cosa inusual en nuestro país. “A los españoles nos encanta acompañar las comidas con vino y eso lo estamos haciendo ahora dentro del hogar. Se está cocinando mucho más, se vuelve a las comidas en familia sin presión del tiempo, lo que propicia el acompañamiento y disfrute de un buen vino”, comenta Marian Otamendi, consejera de El Grifo.

“La sociedad ha sido capaz de amoldar y adaptar sus rutinas y sus momentos de ocio a la coyuntura actual”, comenta José Moro, a lo que Diego Burgos añade: “Los momentos de consumo en casa son muy diversos, estamos viendo a la gente salir a la terraza a tomar el aperitivo, emulando la terraza de un bar, o tomar una copa de vino mientras cocinan o ven una serie o leen, cosa que con la rutina habitual era imposible”.“Estamos trasladando el componente social del vino al que estamos acostumbrados en los bares, también al mundo virtual: son muchos los que comparten una copa de vino con sus amigos a través de las pantallas del ordenador”, argumenta Amaya Cebrián de Bodegas LAN.

“Estamos trasladando el componente social del vino al que estamos acostumbrados en los bares, también al mundo virtual”, Amaya Cebrián (Bodegas LAN).

Pero no todo está hecho. Según Alfonso Chacón, enólogo y cofundador de Bodegas Canopy, “en España no estamos preparados, igual que lo está Francia, para el consumo del vino en casa porque seguimos siendo más de bares y restaurantes”. Por lo tanto, el sector del vino tiene una labor importante “informar y formar al consumidor, dar valor a los vinos y conseguir que los supermercados también tengan vinos de más calidad y de toda España”, asegura Chacón. Aunque queda mucho para hacer, también es cierto que esta situación, “además de fomentar el consumo de vino en casa, ha conseguido desterrar el prejuicio de abrir una botella que no se vaya a consumir de inmediato (la mayoría de las botellas que se consumen en casa aguantan perfectamente 72 horas abiertas)”, comenta Ricardo Peñalba de Torremilanos.

El sector del vino tiene una importante labor: “informar y formar al consumidor, dar valor a los vinos y conseguir que los supermercados también tengan vinos de más calidad y de toda España”, Alfonso Chacón (Bodegas Canopy).

A pesar de que todavía queda mucho camino por recorrer, la crisis del coronavirus puede ser una buena oportunidad para que el sector del vino se abra a otros canales.  “Cuando se vuelva a la normalidad, la gente hará más vida social en casa al estilo anglosajón por lo que la tendencia de consumir vino en el hogar se mantendrá”, confirma Diego Burgos. “El hecho de que la gente compre cada vez más vino a través de la web, hace que busquen productos diferenciados, y en este sentido a nosotros nos beneficia”, apunta Marian Otamendi, de El Grifo. Y todo esto, además, “va a crear nuevos consumidores: gente más joven que dé un salto desde la cerveza –de consumo mayoritario en bares- al vino y gente que es fiel a una marca y se aventure a probar otras, a conocer nuevas tendencias”, afirma Amaya Cebrián de Bodegas LAN. “Al final todo está en la pasión que le ponemos, en probar, en entrenar nuestros sentidos para saber qué es lo que nos gusta de cada vino y cómo potenciarlo con el plato adecuado y en ¡brindar, brindar y brindar! De eso se trata”, concluye José Moro.

María Orriols

Periodista especializada en temas de Estilo de Vida.