Australia recula en sus exportaciones de manera alarmante
El mercado exterior australiano, favorecido en años anteriores como consecuencia de la pobre cosecha de 2017 de los grandes productores del Viejo Mundo, España, Francia e Italia, se está viniendo abajo de manera estrepitosa durante todo el año 2019 por el freno en las importaciones de vino a granel de varios de sus mejores clientes, especialmente China, que bajó sus compras de vino a granel un 56% y Estados Unidos, que lo hizo en un 36%. Estas cifras inciden en una bajada total superior al 18% en volumen y de casi el 9% en valor, con un incremento del precio medio superior al 11,5% con 0,85 euros el litro.
En contra de lo que cabía esperar, ya que Australia ha incrementado sus ventas de vino a granel en los últimos años hasta alcanzar más de la mitad de sus ventas en el exterior, este hecho no se debe al incremento de ventas en los segmentos de mayor valor añadido porque el vino embotellado ha reculado también un 2,5% y únicamente el espumoso, del que vende apenas 9 millones de litros en total, ha crecido un 6%, según datos recogidos y analizados por el Observatorio Español del Mercado del Vino (www.oemv.es).
Australia ha pasado de vender 3,5 millones de hectolitros durante el periodo enero-octubre de 2018 a 2,9 millones de hectolitros en idéntico periodo de 2019 por importe de 393 millones de dólares australianos, poco más de 246 millones de euros.
Las ventas a Reino Unido han experimentado también un retroceso algo superior al 4%, aunque continúa siendo el primer destino con diferencia de sus vinos a granel con 157 millones de litros, mientras se producían, por el contrario, subidas espectaculares del 52% en Dinamarca y del 23% en Noruega.
El segundo comprador sigue siendo Estados Unidos con 37,5 millones litros, por delante de China con 15 millones, Holanda con cerca de esa cifra, Bélgica con casi 14 millones de litros y Canadá con algo más de 13 millones de litros.
La lectura, a falta de que finalice el cómputo de todo el año 2019, hay que hacerla, probablemente, en términos de competitividad, ya que el precio del vino australiano a granel continúa siendo elevado para muchos mercados y su éxito se produce cuando el resto de los competidores bajan su capacidad productiva, algo que ha ocurrido en la campaña 2017, pero no en la que acaba de finalizar con las ventas de los vinos de 2018.
Periodista. Miembro de AEPEV y FIJEV
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