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Viñedos El Pacto o el arte de recuperar las raíces

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Vinos del proyecto Viñedos El Pacto

No dejar que se extingan los auténticos vinos de pueblo es la razón que ha llevado a Richi Arambarri, CEO de Vintae, y al enólogo Raúl Acha a crear El Pacto (D.O.Ca Rioja). Si hasta ahora la compañía se había ido extendiendo, llegando incluso hasta Chile, ha llegado el momento de volver a sus raíces. Para ello, se han trasladado a la zona de la Sonsierra y Alto Najerilla, de donde ambos provienen y han creado unos vinos que recuerdan a los riojas más puros, que reflejan la vida rural de toda una comarca.

 “Antiguamente era común ir yendo de bar en bar, probando los vinos de diferentes bodegas y de esa manera podías seguir el terroir de la zona. Ahora, se pone más en valor las viñas más especiales y con estos vinos lo que queremos es hacer un pacto con nuestros ancestros”, comenta Richi Arambarri. “Nuestro objetivo es mostrar y dar valor a la viticultura a pequeña escala, que parte de viñedos trabajados de forma natural durante décadas y que son materia prima de vinos vivos”, apunta Raúl Acha.

“Nuestro objetivo es mostrar y dar valor a la viticultura a pequeña escala» Raúl Acha

“Durante muchas décadas, las viñas estaban en zonas muy pobres que eran idóneas para la vid y se trabajaban de forma muy poco intervencionista. Con la explosión de Rioja, a mediados del siglo XX, los viticultores abandonan la garnacha y esas tierras pobres que tienen un laboreo complicado, para dedicarse a trabajar viñedos más productivos”, comenta el CEO de la compañía. Todo esto les ha impulsado a buscar “parcelas pequeñas para poderlas preservar, que no se pierdan y proteger así la viticultura regional”, apunta el enólogo.

La Sonsierra y Alto Najerilla son las dos zonas vitivinícolas donde reside El Pacto, siendo la primera de ellas el germen del proyecto donde nace, en 2009, El Pacto de la Sonsierra. Un tinto de tempranillo y pequeñas proporciones de graciano, mazuelo y variedades blancas que procede de viñedos plantados en los años 50 y 60. Fue el padre de Richi quien se fijó en esta zona por estar al abrigo de la montaña, siendo una zona fresca y húmeda. El Pacto de la Sonsierra fermenta de forma espontánea con levaduras nativas y tiene una crianza de 14 meses en roble de distintas procedencias.

Por su parte, Riojanda 2019 también proviene de la Sonsierra y es uno de sus dos vinos de Viñedo Singular. Procedente de dos parcelas del mismo nombre en Navaridas y plantadas en 1920, se trata de un viñedo en suelo arcillo-calcáreo plantado con tempranillo, pero también contiene cepas de graciano, mazuelo y algunas variedades desconocidas y cepas sueltas de variedades blancas y multitud de clones. Se vendimia a mano, se despalilla y fermenta en tinos con levaduras propias. Realiza la maloláctica en roble francés y tiene una crianza en barricas francesas de 18 meses.

Viñedos El Pacto cuenta con dos vinos de Viñedo Singular: Riojanda y Valdechuecas.

El otro gran vino de Viñedo Singular es Valdechuecas 2019, del Alto Najerilla. Esta zona situada a los pies de la Sierra de la Demanda es una región alejada del furor bodeguero y que está cobrando valor por la frescura que ofrecen los vinos que proceden de aquí. La gran joya son sus viñas viejas conservadas durante varias generaciones y es una de las zonas con más presencia de viñedo viejo de garnacha, una variedad que siempre se había dado en la región y que luego se fue sustituyendo por tempranillo. Valdechuecas 2019 nace de un viñedo donde predomina la garnacha, pero que además tiene tempranillo, viura, malvasía, graciano y mazuelo. Se elabora con un 10% de uva con raspón, fermentando el mosto en hormigón, donde también realiza la maloláctica.

Por último, Viñedos El Pacto incorpora un blanco, El Pacto del Alto de Najerilla 2020, elaborado con viñedos de Cárdenas y Nájera, con una edad superior a los 40 años. Las uvas se vendimian a mano y el mosto macera con el racimo entero, fermenta unos 15 días con sus propias levaduras y a temperatura controlada. Después pasa a fudres y bocoyes de madera donde permanece ocho meses en contacto con sus lías.

Con estos cuatro vinos de Viñedos el Pacto, Vintae se reconcilia con sus orígenes, da valor a sus raíces y continua fiel a su objetivo de “descubrir el vino a generaciones más jóvenes”, afirma Richi.

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