Las estadísticas: un cuento chino

La Organización Internacional de la Viña y el Vino (OIV) se las ve y se las desea todos los años y en todos y cada uno de sus informes para ofrecer una información precisa sobre el sector vitivinícola chino, ya que las cifras que se ofrecen no parecen corresponderse con la realidad, tanto en producción de uva como en la elaboración de vino.

Según el último informe de coyuntura presentado recientemente por el secretario general de la OIV, Jean Marie Aurand, China cuenta con una superficie mayor de viñedo que Francia, afirmación que puede ser real o formar parte de la tradición oral de los cuentos chinos. Lo que es seguro es que si esa cifra fuera cierta, no tendría sentido que elaboren algo menos de 11 millones de hectolitros, mientras Francia, con menos hectáreas, se acerque a los 50 millones de hectolitros.

Es verdad que buena parte de esa cosecha va destinada al consumo de uva de mesa, algo que también ocurre en otros países, esencialmente de inspiración musulmana como Irán, pero parecen demasiadas cepas y no distingue entre variedades de mesa y variedades de vinificación.

China es una gran potencia agroalimentaria y lidera casi todos los mercados internacionales, pero en vino, de momento, han optado por invertir fuera del territorio (un buen número de bodegas bordelesas son hoy de capital chino), y en apostar por una incipiente industria que apenas llega a las 30 bodegas, algunas en construcción, en una zona tan vitivinícola como Fangshan, apenas a 40 kilómetros de Pekín.

Redacción