Un brindis al Final del Verano

Llega esa época del año en la que el sol empieza a despedirse más temprano, y los días de calor se transforman en tardes frescas y noches estrelladas. Esa vuelta al cole y a nuestra vida cotidiana, merece un brindis de despedida de las vacaciones.

Pero no te pongas melancólico todavía, porque si hay algo que sabe cómo convertir cualquier despedida en una fiesta, es el vino. Así que, levanta tu copa y prepárate para brindar.

Mientras las últimas olas de calor todavía azotan nuestras playas y terrazas, un buen vino blanco puede ser el salvavidas que necesitas en ese mar de calor. Toma una copa de Diez Siglos, un Sauvignon Blanc que te hará sentir como si estuvieras en un país tropical. Al ritmo de Ivete Sangalo, te va a saber incluso más rico.

Empecemos bailando al son del  Rey del Pop, y su «Don’t Stop ‘Til You Get Enough«,  y no paremos de disfrutarlo con una botella de  Vinha dos Amores, un espumoso lleno de alegría y romanticismo. Si tu verano te ha traído un amor al estilo Grease, y su «Summer nights«, continua con una copa de Aventura, de Vinos del viento, y no te extrañes si con el tiempo te dicen «I Don’t Want To Talk About It «, al más puro estilo Rod Steward.

Cuando vuelvas a tu realidad, recuerda tus días playeros, y deja que tu paladar baile, como si de la música de Alaska se tratase. Mientras tanto, que un sorbo de Rita te haga sentir como si fueses una actriz de cine interpretando Gilda. Eso sí, sin bofetón. Pero bueno, esto último daría para otro artículo y no me quiero desviar del tema.

Volvamos al vino. Mientras el sol se pone en los primeros días de septiembre, deja que una copa de «Bruñal«, de 7 Peldaños, te abrace con su gusto atercipelado. Eso sí, mientras escuchas «Feeling good«, de Bublé, en buena compañía. Un plan que te ayudará a evitar la nostalgia postvacacional.

También puedes seguir disfrutando del sol y el vino con Adele y su «I drink wine«. Ábrete  los «30 deseos» de Bodegas Neleman, y a ver si el genio se aparece y te concede más vino o más vacaciones; tú elijes.

No puedo dejar de mencionar «Casablanca«. El bar de Rick Blaine es una celebración en sí mismo de momentos compartidos y aventuras vividas. Así que, mientras levantas tu copa de Le Mont Aimè Premier Cru, de Pascal Doquet, recuerda que cada sorbo es un «aquí te veo, amigo» a las alegrías pasadas, presentes y futuras. Y así, como Rick siempre tendrá París, tú siempre tendrás ese Oloroso El Cerro de Bodegas Callejuela, que te hace sentir como si estuvieras en Sanlúcar.

Pero antes de que el verano termine, y saquemos nuestros abrigos de otoño, yo también me despido, del verano y de los lectores de La Gaceta del Vino. Prefiero que sea al ritmo de Mr Blue Sky, que siempre da buen «mood» y con muchas botellas de vino a mi alrededor. Desde generosos, hasta espumosos y champanes, pasando por blancos, rosados y tintos, tanto nacionales como internacionales, todos son bienvenidos a la despedida.

Si podéis, hacerme un hueco para brindar con una copa de vuestro vino favorito.  Yo, con vuestro permiso, lo haré con una copa de vuestro cariño.  Dejad que las notas afrutadas, y los matices refrescantes, os recuerden los buenos momentos que, espero, hayáis pasado leyendo mis artículos. Me voy, pero nos veremos en breve, en otros lugares donde disfrutaremos del vino y de la cultura. Con nuevas aventuras, juntos de nuevo.

¡Salud!, ¡va por vosotros! 🍷

María Giménez

Directora de La Gaceta del Vino