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Exportación: Cuando no queda otro remedio que mirar hacia fuera

El 14 octubre, 2014

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El mercado exterior del vino va a acabar razonablemente bien 2014, todo ello pese a que el sector ha tenido que sacar a la venta un cosechón de más de 53 millones de hectolitros sin el sostén de las destilaciones de las que antaño disponían los productores con dinero procedente de las arcas comunitarias.

Esta situación se produce con un mercado interno ligeramente a la baja, ya que existe una pequeña recuperación en la restauración y una retracción de las ventas en los establecimientos alimentarios.

A juicio de Rafael del Rey, director general del Observatorio Español del Mercado del Vino (OEMV), la cifra de ventas de vino y derivados puede acercarse a los 3.000 millones de euros, con una caída importante del precio medio como consecuencia de una mayor venta de vino a granel, parte de él a precios muy bajos. No obstante, esa operación, que de no haberse llevado a cabo habría obligado a realizar una destilación para usos industriales, con costes en vez de ingresos, ha supuesto un gran alivio para el sector que ha visto como en septiembre comenzaban a recuperarse los precios de venta.

El máximo responsable de OEMV considera que el precio medio estaba un poco por encima del euro como consecuencia de la venta de mucho vino barato, pero resalta que también se ha vendido vino envasado con denominación de origen y vino de la tierra durante el mes de septiembre y si todo va bien el año terminará con exportaciones por encima de los 21 millones de hectolitros.

En esa misma línea ha destacado que el sector ha sido capaz de aguantar el tirón de una cosecha récord superior a los 53 millones de hectolitros y en la que se contabilizaba una cantidad aproximada de diez millones de litros con referencias de calidad alejadas de los circuitos tradicionales comerciales. En este sentido apuntó que el sector debe ser consciente de que siempre hay que ofrecer calidad, incluso en los vinos más básicos con destino a la destilación, ya que el mercado rechaza sistemáticamente aquellos productos que no cuentan con los estándares de calidad adecuados.

La lección del año pasado, según Del Rey, es buena porque la capacidad de exportación de los bodegueros españoles ha crecido y también han conseguido abrir nuevos nichos de mercado. Este hecho, según sus reflexiones, debe servir para sacar partido cuando exista una cosecha normal entre 40 y 45 millones de hectolitros, ya que el sector puede y debe vender bien, a buenos precios, esa cantidad.

Pero hay más. En el sector del vino a granel, que al actuar en muchos casos como commodity, marca tendencia de precios, la venta de vinos con denominación varietal se ha incrementado aproximadamente en un 100%, lo que supone un paso adelante del vino español en la línea de lo que es la tendencia mundial marcada por la World Bulk Wine Exhibition, el encuentro mundial de compradores y vendedores cuya sexta edición comienza el próximo 24 de noviembre en Ámsterdam. Aunque, a juicio de Rafael del Rey, sería deseable incrementar el porcentaje de vino envasado, “lo ideal es trabajar también, a la par, con graneles de valor añadido e invertir en instalaciones en destino para convertir allí en envasado, con incremento del valor añadido, lo que sale a granel de nuestro país”. Una interesante reflexión.