Tapearte o como perjudicar al vino con criterios políticos en Ciudad Real

Parece que la cofradía de los enemigos del vino crece cada día en función de intereses que poco o nada tienen que ver con el sector

Parece que la cofradía de los enemigos del vino, que se nutre en gran medida de la ineptitud y sectarismo de los políticos, crece cada día en función de intereses que poco o nada tienen que ver con el sector pero que, a la larga, perjudican la imagen y la buena marcha de uno de los segmentos económicos más dinámicos de nuestra economía. A las campañas antialcohólicas, bucólicas y pastoriles del presidente francés, Nicolás Sarkozy, y de su sanísima esposa, Carla Bruni, hermana abstemia de la vicepresidenta del Gobierno español, Elena Salgado, se une ahora el furor cervecero de la alcaldesa de Ciudad Real, Rosa Romero.

La primera edil ciudadrealeña decidió que Tapearte, una feria dedicada a la elaboración de tapas e impulsada por una conocida marca cervecera de capital holandés, se celebrara a la par que la Feria Nacional del Vino (FENAVIN), la mejor apuesta de feria pública realizada en España gracias a la Diputación Provincial de Ciudad Real, y cuyos magníficos resultados revierten en el conjunto del vino español, en general, y en el del vino y el turismo ciudadrealeños, en particular.

Esta idea, más propia de aquel que en su día asó la manteca, sólo pudo tener como objetivo ensombrecer, aunque no pudo hacerlo, la feria del vino más importante de España y una de las ferias monográficas más asentadas en el mundo; ya que si la coincidencia se produjo de forma fortuita, sin que el consistorio ciudadrealeño cayera en que las fechas coincidían con FENAVIN, es que los munícipes han estado tan ocupados en otros quehaceres y no se percataron de la desgraciada coincidencia entre fiestecilla y la feria del vino español por excelencia.

Cierto es que la alcaldesa saludó efusivamente el comienzo de FENAVIN en su inauguración, que se congratuló de que ésta se celebrara en Ciudad Real y animó a los asistentes a participar activamente de las ofertas que brinda la ciudad, pero no pareció muy estético estar hablando de vino mientras a 20 metros, en un gran cartelón, una marca de cerveza publicitaba a gran tamaño la fiesta de influencia muniquesa.

Si infausta fue en su día la idea de la Diputación Provincial de llevarse la feria de Ciudad Real, hábilmente combatida por cierto por la entonces aspirante a la Alcaldía Rosa Romero, peor es ahora el presunto contraataque de la primera edil contra una feria que, pese a estar organizada por la Diputación, de la que también el partido de la alcaldesa forma parte, es patrimonio del vino español.

Debería recordar también Rosa Romero los magníficos réditos que para su partido tuvo el vino cuando la entonces ministra de Sanidad, Elena Salgado, inició la cruzada antialcohólica con todo el sector del vino en contra. En aquellos días, el por dos veces candidato a La Moncloa, Mariano Rajoy, acompañado, entre otros, del presidente de la Comunidad Autónoma de La Rioja, Pedro Sanz, participó en un acto en el que se solidarizaron con el sector y prometieron apoyarlo a capa y espada.

Pues bien. Aquí está la primera muestra de apoyo: Tapearte. El mejor apoyo al sector del vino se produce con la celebración de una feria que promueve el consumo de cerveza y con el apoyo institucional del Ayuntamiento que acogió la semana pasada la celebración de FENAVIN. Toda una decisión llena de coherencia y que demuestra que buena parte de nuestros políticos están más preocupados en atacar al adversario que en servir al pueblo al que, luego eso sí, reclaman sus votos.

Y no es que el sector del vino vea la cerveza como enemiga. Más bien al contrario, se trata de un sector económico importante en España, que es la cuarta productora comunitaria, que defiende una filosofía parecida a la del vino y el mismo tipo de fiscalidad, con especiales intereses en una provincia castellano-manchega como Albacete, por su cultivo de cebada cervecera y sus malterías, pero en 365 días que tiene el año no parece difícil encontrar un hueco para Tapearte, que bien podría compaginar los intereses de vino y cerveza en su celebración. Pero cuando alguien quiere pifiarla, y aquí tenemos el ejemplo, lo hace y que cada palo aguante su vela. Con amigos así para qué quiere enemigos el sector del vino.

José Luis Murcia

Periodista. Miembro de AEPEV y  FIJEV