Parece que estas utilizando un bloqueador de anuncios

Para poder mantener este portal de forma gratuita necesitamos la publicidad. Por favor desactivar el Adblocker para acceder al contenido

Inicio / Actualidad / Enoturismo y Ocio / El Hierro: Tesoros atlánticos escondidos entre bancales

El Hierro: Tesoros atlánticos escondidos entre bancales

/
/

Son poco más de 11.000 habitantes es una isla de marcado carácter atlántico y continental que se extiende sobre una superficie aproximada de 270 kilómetros cuadrados. El Hierro se erige entre núcleos de población pegados al mar y escarpados montes que culminan en la cumbre de Malpaso con 1.501 metros.

En el medio de un paisaje verde, que recuerda al norte de España surgen viñedos que producen algunos de los mejores y más originales vinos del país. Son tesoros atlánticos escondidos entre bancales.

Aunque la producción vitivinícola de la isla apenas supera los 100.000 litros, El Hierro atesora cerca de 40 variedades diferentes, buena parte de ellas autóctonas, que conforman una riqueza vitivinícola ligada a las tradiciones, pero también a la innovación de búsqueda de lo original. Al igual que los vientos alisios son los causantes de esas extrañas figuras cuasi fantasmagóricas de las sabinas doblegadas por su furia, los vinos son también hijos de esos caprichosos vientos.

Y es que El Hierro, una isla que con acierto se empeñan en situar en el panorama del turismo de calidad tanto el Cabildo de la isla como la empresa pública canaria Proexca, ofrece, entre sus muchos y variados atractivos, el de unos viñedos que forman parte inseparable de su paisaje desde el siglo XVI. Es entonces cuando aparecen las primeras cepas en la conocida como Montaña de las Viñas y en Echedo, una pequeña población de apenas 240 habitantes.

La isla tiene a gala decir que inició los trámites para la obtención de la Denominación de Origen Protegida antes que ninguna otra, aunque fue la tinerfeña Tacoronte-Acentejo la primera en conseguirlo.  El Hierro fue la segunda en 1994. Para ese momento ya funcionaba a pleno rendimiento la Central Vinícola Insular, que data de 1986 con 93 viticultores. Hoy, la cooperativa Viña Frontera cuenta con 240 viticultores inscritos de los que 150 aproximadamente aportan su uva. Durante la vendimia de 2022 va a elaborar 45.000 litros de blanco y 20.000 de tinto. De sus instalaciones salen un espectacular baboso blanco, cuya uva se paga a seis euros el kilo; un verdello más que original, un vijariego negro de tronío, un baboso negro de factura tradicional y un Gran Salmor dulce natural.

Además de la cooperativa, hay doce bodegas en la isla, a la que se sumará en breve una más. Alguna de raíz histórica, data de 1700, como la finca El Tesoro, en Amacas, que cuenta con 1,5 hectáreas y alrededor de 20 variedades, entre ellas una denominada tesoro blanca, que luchan por reproducir. Su vino Entremares 2021, con 235 botellas, es uno de sus buques insignia. Histórica es también HM Las Vetas, una bodega singular, ganadora del Bacchus de Oro, con su vino 2017, dulce natural que es elaborado con vijariego y gual en una explotación de apenas una hectárea de viñedo con la que obtiene entre 300 y 500 litros anuales, todos ellos dulces.

Desde 1991, el alemán Uwe Urbach despliega su buen hacer con vinos ecológicos en el municipio de Frontera en unos preciosos bancales con vistas al Golfo. En la línea de vinos naturales se sitúa la joven bodega Bimbache, nacida en 2018, y con gran proyección nacional e internacional.

Ambrosio Martín da salida a sus vinos Elysar desde 2012 con un vijariego negro 2021 de bellísima factura; mientras Andrés Acosta elabora también vinos singulares en su Mirador de Adra desde 2018 con apenas 6.000 kilos de producción y 1,6 hectáreas contando las vides de algunos familiares. El mirador de su bodega es uno de los lugares más bonitos de la isla.

Roberto Padrón, también desde 2018, elabora sus vinos Cornicales con viñedos de diversos viticultores a quienes los arrienda y da salida en buena parte en su establecimiento de hostelería; mientras Carmelo Padrón, actual presidente de la DOP, rige una pequeña bodega, Soterana, claramente volcada al enoturismo. Son ejemplos de un paseo por los vinos de El Hierro, guiado de la mano de Alfredo Hernández, director técnico, y experto conocedor de una isla que tiene, además la suerte, de contar con un Parador Nacional que cuida como pocos los vinos de su entorno. Un entorno en el que se respira libertad.

  • Facebook
  • Twitter
  • Linkedin
  • Pinterest
  • Buffer

Suscribirse

Reciba nuestras noticias en su email

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

La altura div se necesita para habilitar la barra lateral pegajosa
Clics de anuncios : Vistas de anuncios : Clics de anuncios : Vistas de anuncios : Clics de anuncios : Vistas de anuncios : Clics de anuncios : Vistas de anuncios : Clics de anuncios : Vistas de anuncios :