Montes Obarenes, el vino blanco de terruño de Gómez-Cruzado

Los vinos blancos de Rioja de gran calidad, elaborados para perdurar y mejorar con el paso de los años, cada vez destacan más. Ejemplos como Montes Obarenes, de Bodegas Gómez-Cruzado, así lo corroboran. Situada en el conocido Barrio de la Estación de Haro, la bodega aprovechó la primera edición de BEIWE (Barrio de la Estación International Wine Encounters) con Burdeos como región invitada, para mostrar el recorrido de este vino con la viura como protagonista, desde su primera añada en 2013, así como su estado actual.

Este vino comparte nombre con las estribaciones más meridionales de la Cordillera Cantábrica, zona de donde proceden algunas de las uvas que en él se emplean. Montes Obarenes pertenece a la “Selección Terroir”, una gama de vinos de pueblo que elabora Gómez-Cruzado, y donde trata de mostrar la expresión de determinados terruños que quiere destacar por su belleza paisajística y potencial enológico.

“Rioja puede ser una gran denominación de vinos blancos y con un estilo propio, basado en la guarda, los suelos calizos y las variedades autóctonas”, David González.

Desde su primera añada, en 2013, no ha hecho sino mejorar lo que, ya de partida, fue un gran vino, aunque, ante las dificultades de la vendimia de aquella añada, estuvo a punto de no ser elaborado. Afortunadamente, arriesgaron y ese 2013 es en la actualidad un vino único, con gran personalidad, aunque casi imposible de encontrar, por las escasas botellas que quedan. De todas formas, ya desde su lanzamiento, es un vino con un número de botellas muy limitada, pues cada añada suele rondar las 3.000 botellas.

La composición ha ido variando en estos años hasta dar con el perfil deseado, pero siempre bajo un mismo hilo conductor: vinos de gran acidez y expresividad, con capacidad de guarda. “Rioja puede ser una gran denominación de vinos blancos y con un estilo propio, basado en la guarda, los suelos calizos y las variedades autóctonas”, afirma David González, director y enólogo de Gómez Cruzado. Además, defiende la personalidad de estos vinos porque “no se puede hacer igual en otro sitio, pues destaca la viura, una uva con identidad propia”.

Montes Obarenes 2018  de Gómez-Cruzado

En el caso de Montes Obarenes 2018 (46€) está elaborado a partir de 65% viura, 25% de tempranillo blanco, 5% de malvasía y pequeñas cantidades de garnacha blanca y calagraño. Un 80% del vino fermenta y se cría con sus lías en barricas de roble francés nuevo, y el resto lo hace en huevo de hormigón. El resultado final es una combinación de hasta 7 vinos diferentes, para lograr el perfil deseado.

David González califica la añada 2018 como la “añada perfecta de Montes Obarenes”. Un vino que ya apunta maneras y al que aún le queda un largo recorrido. Se trata de un vino de color amarillo pálido, en el que destacan toques florales y de fruta blanca en nariz. En boca, presenta gran acidez, frescura y redondez, con gran persistencia.

Susana Molina

Periodista especializada en el sector del vino.