“El vino produce sensaciones y emociones”

La sumiller y periodista Ana Belén Toribio dirige desde 2015 la revista de información eno-gastronómica y de estilo de vida Gastro&Style. Con casi millón y medio de visitas en su portal, esta influencer del sector gastronómico basa su visión de lo que deben ser la gastronomía y el vino en el placer y el conocimiento, en las sensaciones y en la interactividad entre productos y consumidores. Toda experiencia gastronómica y enológica es, en este sentido, generosidad recíproca entre quien la ofrece y entre quien la vive. Compartir y disfrutar.

Pregunta: ¿El vino es solamente una bebida?

Respuesta: Debería ser más, el vino debe ser también sensación y experiencia sensorial. En general, en la gastronomía se pueden armonizar los vinos por contraste o por armonía, eso es lo que provoca la sensación. Es el juego que se puede transmitir pues la parte lúdica va asociada siempre al disfrute y al placer que produce degustar un vino. Ir más allá sensorialmente para intentar descifrar cómo se expresa y lo que nos quiere decir, por toda la historia que existe detrás de la elaboración de cada botella. Y el sumun es cuando se juega a potenciar la gastronomía a través del vino elegido.

P:¿Es así como tiene que actuar un sumiller?

R:El sumiller, en mi opinión, tiene que hacer que el vino me enamore y seduzca un poco. Hablarme de él para que me apetezca beberlo y conocerlo; no vendérmelo sin más. Esa es la clave. Pienso que sería bueno que me descubriera con cercanía los matices, la historia que hay detrás del vino, su elaboración, la variedad de uva, la bodega, la zona, etc. Un diálogo sencillo y cercano, claro y que introduzca la experiencia. Se puede seguir toda la comida con un mismo vino y es perfecto, pero como sumiller me puedes sugerir otra experiencia, sintonizar o contrastar las características de los platos con diferentes vinos. Una experiencia más completa y enriquecedora.

P: ¿Y cómo cree que el consumidor lo percibe?

R: El vino español está trabajando mucho y hay una enorme variedad, tanto de denominaciones de origen como variedades. Además, el vino está, en general, a buen precio. Hay que guiar al consumidor para que capte todas las sensaciones y matices que le ofrece un mercado tan amplio. Hay que abrir el abanico a todo lo que están haciendo los enólogos y los bodegueros que es muy bueno y hay mucho trabajo detrás.

P: Es un mercado amplio, es verdad, y muchas veces desconocido…

R: Es que el vino español no se está comunicando del todo bien. Las bodegas no invierten lo suficiente en comunicación y marketing por múltiples motivos, pero si no se ofrece visibilidad al vino, entonces el mensaje que se quiere difundir no se realiza bien o no llega a quien va dirigido. Hay que apostar por buenos profesionales, aunándolo con las nuevas tecnologías.

P: Y lo que no llega no existe…

R: No sólo hay que vender vino… hay que darlo a conocer, porque lo que no se conoce no se compra porque no existe para quien lo va a comprar. No voy a comprar el vino que tú quieras, sino el que yo conozca o quiera probar. La gente va buscando experiencias.

P: Y buscan algo más que beber vino…

R: Exactamente. Por el mundo en que vivimos, cada vez deberíamos seleccionar más. Vivir nuestras experiencias no por el precio del vino sino por las sensaciones y los momentos de disfrute que nos pueda producir. Un vino que nos recuerda a una determinada compañía, momentos, lugares, paisajes, visualizar ese momento de deleite que hemos compartido con un vino concreto. Eso no se olvida y permanece en nuestra memoria emocional para siempre. Si lo piensas, recuerdas ciertos vinos por detalles o vivencias. Aún más las personas a las que nos apasiona este mundo.

P: En ese sentido, ¿cuáles han sido las sensaciones enológicas más satisfactorias que has tenido últimamente?

R: He probado recientemente muchos vinos naturales. Entiendo que no gusten a todo el mundo porque se vinifican sin clarificar ni filtrar, o porque su capacidad de guarda sea más limitada, pero tomados en su momento son muy interesantes, ricos en aromas y contrastes.

P: ¿Y gastronómicas?

R: En cuanto a la gastronomía, lo último que más me ha sorprendido es la labor que se está realizando con las texturas, buscando sorprender con las sensaciones en boca. También las reducciones con pleno sabor y el dominio de los cítricos y las especias, más o menos exóticas, con las que se trabaja actualmente en cocina. Se conocen muchas más y algunas producen sabores indescriptibles. Las cocciones también merecen un capítulo aparte.

Óscar Varela

Periodista, viticultor y productor de vino.

Consultor en comercio exterior.