
Bajo del taxi y un golpe de viento primaveral me recibe en Serrano 92. Tras acreditarme, con la agencia de comunicación Pelonio, dejó atrás el estrecho pasillo, que no se corresponde con un edificio tan señorial, y de pronto un torbellino de irrealidad me arrastra. Como Alicia en El País de las Maravillas, me adentro […]