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Trabajar a largo plazo y dar valor: los retos para aumentar el consumo de vino

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En el contexto de Marbella Futuro 2020, el foro online internacional sobre economía, sociedad y medio ambiente, celebrado el pasado viernes 5 de junio, promovido como consecuencia de la situación actual que vive el mundo, y en el que participaron personajes de campos tan dispares como el deporte, la economía, la investigación o la gastronomía, tuvo lugar la conferencia “Cómo mejorar las ventas y el consumo de vino”.

Guillermo Cruz, director del restaurante Ambivium, desde su perspectiva, el descenso del consumo de vino en España se debe en parte a que “no hemos trabajado una generación” y continuaba “se ha trabajado de forma cortoplacista, no ha habido marketing para un cliente más joven, para seducirlo”, sino todo lo contrario, ya que se ha utilizado un lenguaje poco apropiado, posicionando al vino como un elemento elitistas, “algo carca, que parece de mayores” y no encaja con los hábitos de vida de las nuevas generaciones.

En este sentido, Ferrán Centelles, sumiller y comunicador del vino, explicaba que “consumes y das valor a lo que conoces, y en el mundo del vino tenemos una limitación, como es el alcohol, para darlo a conocer”, haciendo referencia a las trabas en la publicidad para el gran público, por horario o sector de la población, sin las facilidades que pueden tener otras bebidas sin alcohol. También ponía el foco a nivel sociocultural: “En España, el vino ha pasado de ser una commodity del día a día, tomado en las comidas, sin mucho nivel, y ahora es un producto gastronómico de gran calidad”. Un punto en el que nos diferenciamos, por ejemplo, de EE. UU., donde no surgió por una función alimenticia, sino por todo lo alto, y recordaba a modo de chascarrillo la serie Falcon Crest, de los años 80, donde el vino era todo un símbolo de poder.

Desde China, el sumiller Paco Galdeano, que actualmente trabaja para Wynn Macau y Wynn Palace, explicaba cómo el consumo de vino se está popularizando en el país asiático y los motivos: “la población está empezando a consumir vinos de medio tramo, antes se centraban más en los fine wines o premium”. Y la categoría preferida es la de tintos: “da igual lo que coman, siguen tomando vino tinto”. Uno de los factores es porque el rojo en la cultura china da suerte, unido a la temperatura a la que suelen tomar el agua y las bebidas durante la comida: del tiempo o caliente.

El moderador de esta charla y director del evento, Pancho Campo, puso sobre la mesa la variable del precio del vino, por si era un condicionante para su consumo en España, pues en algunos restaurantes de Estados Unidos se tendía a comprar a granel para embotellar en destino, para rebajar costes y que no fuera un impedimento para los clientes. A lo que Cruz respondió que “el precio sí condiciona” pero que en nuestro país hay oferta donde elegir. Además, señalaba una tendencia incipiente: “ahora estamos dispuestos a invertir algo más en vino a cambio de cierto placer, para disfrutar”, pues, al igual que ocurre en gastronomía, el mundo del vino también se ha sumado a aquello de “vivir una experiencia compensa la inversión económica”, explicaba, y auguraba que tras esta situación se va a volver a dar valor a las pequeñas cosas y que cuando hagamos una inversión “vamos a elegir algo más bueno, más seleccionado, con cierta meditación…”

Al debate del consumo del vino, le siguió un homenaje a Carlos Falcó (Marqués de Griñón) y Alfonso Cortina recientemente fallecidos debido a la covid-19.

Campo, con una copa de Emeritus de Marqués de Griñón, recordaba a Falcó: “fue de los primeros en traer la cabernet sauvignon, era un pionero y siempre me ayudó en todos mis eventos, incluso cuando aún ni me conocía”. Por su parte, Centelles, describió a Cortina como “una persona exquisita, amante del vino, enamorado de la gastronomía. Lo definía la normalidad absoluta y cualquier persona con sensibilidad gastronómica creaba lazos de hermandad con él”, mientras sostenía una copa de Viognier 2018 de Pago de Vallegarcía.

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