Rafael Veas: “No basta con hacer un buen vino, hay que saber contar bien las cosas”

“Si no puedo hacer un gran vino, no entro en el sector” ese fue el comentario de José Payá cuando en 2012 comenzó su andadura en el mundo vitivinícola creando Bodegas Carrascas. Situada a mil metros de altitud sobre el nivel del mar, pronto comenzaron a hacer vinos de alta calidad de la mano de José Ramón Lisarrague, quien diseñó el viñedo, y junto a Ignacio de Miguel fueron los encargados de seleccionar las variedades de uva para adaptar, con Rafael Veas, como director general y enólogo. Hablamos con este último para que nos desvele los secretos de esta bodega.

«A nosotros que tenemos vinos muy especiales esa tendencia (el aumento de las compras ‘online’) nos favorece»

Desde el principio en Bodegas Carrascas quisisteis romper con lo que se estaba haciendo en La Mancha. ¿Cómo lo hicisteis?

El proyecto nace en 2004 cuando José Payá compra esta finca donde había unas seis hectáreas de viñedo de merlot y cabernet sauvignon y vio que aquí se podían elaborar vinos de alta calidad, porque ya había otros proyectos que estaban en la misma zona, que estaban funcionando con éxito. Él quería vinos especiales, selectos, distinguidos. En 2012 hace unas elaboraciones para ver qué es lo que se está produciendo y comprueba que las uvas son de una altísima calidad por lo que iban a darle ese vino que buscaba y es entonces cuando construye la bodega.

¿Qué fue lo que determinó que hicierais vinos diferentes a lo que se hacía en la zona?

Debido al área en la que estamos, podíamos plantar variedades internacionales (syrah, cabernet sauvignon, viognier, sauvingnon blanc…) porque se adaptan muy bien a esta zona y nuestro proyecto nace con esa vocación de traspasar fronteras.

¿Cómo fueron aceptadas esas variedades que no son tan típicas de esta zona?

La que nos está dando más alegrías es la viogner, de origen francés, está muy poco cultivada en España y en nuestro proyecto nos interesa mucho la diferenciación. Nos hemos centrado en esta uva porque en nuestra zona madura excepcionalmente y hemos conseguido con ella tener un vino muy gastronómico.

«La que nos está dando más alegrías es la viogner, de origen francés, está muy poco cultivada en España y en nuestro proyecto nos interesa mucho la diferenciación.»

Los vinos de La Mancha siguen teniendo ese marchamo de que son para granel, de menos calidad… ¿cómo se puede cambiar esa concepción?

Castilla-La Mancha es la región vitivinícola del mundo, pero sí que es verdad que en la denominación castellano manchega prima el volumen, frente a la calidad y nosotros hemos optado más por esto segundo.  Realmente lo que hacemos son producciones muy limitadas con una materia prima excepcional, en un terruño único y con unos sistemas de cultivo muy respetuosos con la naturaleza. Nuestra clave es no saltarse ningún paso: buena viña, uva sana y madura, elaboración controlada y llegar al mercado en el momento idóneo.

«El elemento diferenciador de Bodegas Carrascas es el sitio en el que estamos por la flora y la fauna que tenemos»

Además de en el tipo de vino, vuestras etiquetas también denotan un estilo diferente…

En el mundo del vino no es solo es importante hacer un gran producto, también hay que saber contar bien las cosas. En nuestro caso, nuestro elemento diferenciador es el sitio en el que estamos por la flora y la fauna que tenemos y eso es lo que queremos: cada vino es un verso y construido con aquellos elementos de la fauna y la flora. El conjunto de versos conforma un poema que es la bodega.

Ahora que se está imponiendo más la venta por internet, ¿es un buen momento para vosotros en este sentido? ¿Estáis llegando a un público que antes no llegabais?

Nuestros canales son la alta hostelería, las tiendas especializadas y la venta online. Si ya era importante internet, el confinamiento ha impulsado las ventas digitales y esta tendencia ha venido para quedarse. A nosotros que tenemos vinos muy especiales esa tendencia nos favorece.

María Orriols

Periodista especializada en temas de Estilo de Vida.