La crisis alimentaria, una realidad que empeora día a día
El cambio climático, la guerra de Ucrania, el problema del transporte y la crisis energética afectan directamente a sectores como el aceite, el vinagre o el vino. La crisis alimentaria es una realidad que empeora día a día, aumentando los costes de los productos al consumidor.
El precio de la energía, el transporte o los envases, provocan que suban los precios finales en sectores como el aceite, el vino o el vinagre. Todo esto se ve agravado con el cambio climático, la sequía y los incendios.
AEVIN, asociación representativa del sector del vinagre, muestra su preocupación ya que quieren ofrecer al consumidor un vinagre de calidad que cumpla con todas las garantías exigidas, y esto resulta difícil en estas circunstancias.
En el caso del aceite, la factura de la luz de las almazaras se ha multiplicado hasta por tres en la última campaña.
Los fertilizantes han aumentado su precio más de un 200%. También han subido el gasóleo, los plásticos, el agua y el vidrio.
Los efectos en las materias primas, como en el caso del vidrio o el coste de los fletes de los transportes, que casi se ha multiplicado por tres para las empresas exportadoras, pone en dificultades a sectores como estos.
Se debe equilibrar el aumento del coste de producción de la materia prima, el de la energía para la elaboración del producto y el del transporte, para que el consumidor no se vea tan afectado.
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