El fondo británico ICG, nuevo socio de Alvinesa
Alvinesa Natural Ingredients da luz verde a la entrada como socio de la compañía al fondo británico ICG. Por su parte, Jesús Cantarero se mantendrá como accionista de referencia, lo que, afirman desde la multinacional española, “garantiza la continuidad del proyecto de la compañía a futuro”. Con esta operación, Artá Capital da por concluida su fase inversora iniciada en 2017, habiendo transmitido la totalidad de sus acciones.
Jesús Cantarero continuará como accionista de referencia.
Con sede en Daimiel (Ciudad Real), Alvinesa cuenta con el mayor complejo industrial del mundo dedicado al aprovechamiento integral de la uva, inaugurado en 2015, y es un referente mundial en la elaboración de ingredientes 100% naturales a partir de esta materia prima. La empresa procesa más de 250.000 toneladas de subproductos vitivinícolas al año, un modelo de negocio basado en la economía circular, que contribuye a que la industria del vino sea 100% sostenible. En la actualidad, exporta el 80% de los productos que produce.
El nuevo socio de Alvinesa, ICG, es un fondo británico que gestiiona más de 45.000 millones de euros y es una de las mayores firmas independientes de inversión y gestión de activos a nivel mundial.
Su nuevo socio, ICG, es un fondo británico fundado en 1989 y es una de las mayores firmas independientes de inversión y gestión de activos a nivel mundial: gestiona más de 45.000 millones de euros con presencia en 15 países de Europa, Asia-Pacífico y América, además de cotizar en la bolsa de Londres desde 1994 (FTSE 100). Con su entrada en la compañía ciudadrealeña se garantiza el desarrollo del plan de negocio para los próximos años, y en especial su crecimiento orgánico e inorgánico internacional.
Crecimiento e impulso desde 2017
En abril de 2017 Artá Capital se unió al proyecto emprendido y liderado por Cantarero, con el objetivo de incrementar la presencia de la compañía en la fabricación de ingredientes de alto valor añadido y reforzar su compromiso en materias medioambientales, sociales y de gobierno corporativo (ESG por sus siglas en inglés).
Desde 2017, Alvinesa ha incrementado su beneficio operativo un 250% y ha acometido inversiones en su planta de Daimiel por cerca de 25 millones de euros.
La compañía ha completado en este periodo su cartera de productos, donde destacan el ácido tartárico, el aceite de semilla de uva o los alcoholes, entre otros productos, para destinados a la industria enológica, nutraceútica y alimentaria, entre otras, se ha completado con colorantes y antioxidantes de alto valor añadido (extractos de piel, semilla, concentrados de vino entre otros), y se ha incluido una gamas de productos ecológicos, además de entrar en nuevos mercados como el del bioetanol de segunda generación, convirtiéndose en una empresa de referencia a nivel europeo. Este impulso, explican desde Alvinesa, ha sido gracias al refuerzo del equipo directivo y a las inversiones realizadas, como por ejemplo la vanguardista planta de extractos naturales que entrará en funcionamiento en los próximos meses o la deshidratadora adquirida en 2017.
Medidas ESG
En 2019, Alvinesa acordó con Endesa la construcción de una planta fotovoltaica, que le permite completar el 100% de sus necesidades energéticas mediante autoconsumo y con fuentes 100% renovables. También construyó unas balsas en sus instalaciones para un mejor aprovechamiento del agua utilizada durante el proceso productivo. Todas las inversiones y nuevas contrataciones se realizaron en la planta de Daimiel, por su compromiso con el desarrollo local, a la vez que se han realizado grandes esfuerzos para la internacionalización de sus productos.
Redacción La Gaceta del Vino
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