Piedad Garrido: “El sector del vino es mucho más competitivo que el del aceite de oliva”

Bodegas Marisol Rubio es una historia de amor. Del amor de Piedad y Jorge a sus padres. A su madre la homenajean escogiendo su nombre para denominar a su empresa y a su padre, poniendo en valor toda una vida dedicada al cuidado de la vid y el olivo. A partir de ahí, crean Bodegas Marisol Rubio, “un proyecto familiar en el que queremos contar la historia de una familia valiente que pone todo su empeño y pasión en ofrecer un producto único, limitado y muy cuidado como es el vino y el aceite de oliva virgen extra”, comenta Piedad Garrido CEO de la bodega.

Bodegas Marisol Rubio es la creadora del primer blanco seco 100 % PX de Castilla la Mancha. ¿Cómo surge esta idea?

Hace tiempo mi padre, Cipriano Garrido, visitó viñedos en la zona sur de la península y siempre pensó que la Pedro Ximénez, si se adaptaba tan bien a un clima tan cálido, podría funcionar también en nuestra zona, La Mancha. Tras visitar aquellos viñedos, analizó la viabilidad de la plantación, analizó el terreno, identificó la planta madre… y todo desembocó en asumir los riesgos que conllevaba hacer una plantación sin referencias cercanas.

¿Cómo conseguisteis que dicho vino se posicionara tan bien en el mercado, teniendo una producción limitada?

En un sector con miles de referencias, hay que analizar muy bien el público al que quieres dirigirte y balancearlo con el que estaría dispuesto a consumir tu vino. Es un vino diferente y bastante peculiar, estos factores unidos a ser una marca nueva, hacen que requiera de una cierta prescripción especializada y nuestro reto es conseguir que el consumidor final se decida a tomarlo.

Ahora lanzáis CIPMA II, fermentado en las barricas de los bosques de Missouri. ¿Qué le aporta dicha madera?

CIPMA II es un vino fermentado en barricas pequeñas de tostado medio y grano extrafino, lo cual, junto con la crianza sobre lías, le aporta al vino mayor complejidad y longevidad. Buscábamos suaves toques de madera y vainilla y leves notas especiadas, por lo que esta es la mejor elección. La madera procedente de estos bosques no aporta potencia aromática sino sutileza, que es justo lo que necesitamos para hacer los vinos que nos gustan y, por supuesto, para aportar los taninos y la redondez necesaria.

Habéis conseguido meter estos vinos en los restaurantes más importantes del país y ya lo estáis empezando a exportar. ¿Cómo está siendo la experiencia? ¿Dónde queréis llegar?

La experiencia a la vez que laboriosa es muy enriquecedora. Estar en restaurantes con cartas de vinos muy exigentes, en primer lugar, requiere paciencia para encontrar el momento de cata de tu vino y tras ello una excelente disposición. Hay que sentarse con grandes expertos del sector que están acostumbrados a catar muchísimas referencias casi todos los días y que saben tanto o más que el viticultor y el enólogo. Hay que explicarles, resolver sus inquietudes y encontrar ese feeling tan necesario en un sector como este.  En cuanto a la internacionalización, de momento estamos presentes en 5 países con un perfil de cliente similar al de España. Dónde lleguemos lo dirá el tiempo, de lo que sí estamos seguros es de que por nuestra parte no quedará; soñamos en grande y cada vez nos sentimos más cómodos y seguros en este ámbito.

Además de Pedro Ximénez en el viñedo también contáis con airén y tempranillo. ¿Estáis ya trabajando con ellas?

Por supuesto, estamos haciendo cosas con esas variedades, las cuales han tenido una buena opinión, pero, por el momento, el proyecto se caracteriza por ofrecer vinos distintos con afianzada peculiaridad. Hasta que eso no lo tengamos claro, no lo lanzaremos.

«Estar en restaurantes con cartas de vinos muy exigentes requiere paciencia para encontrar el momento de cata de tu vino y tras ello una excelente disposición»

Sois una bodega que apuesta por la innovación ¿qué tenéis en mente?

En mente tenemos muchas cosas, pero de momento tenemos que afianzarnos. Hay que pensar en el consumidor y no ser nosotros los que les distraigamos, es decir, una vez que hayamos llegado al máximo público posible y lo hayamos fidelizado, entonces será el momento de poder presentarle nuevas ilusiones, las cuales han de venir forjándose desde tiempo atrás para que les pille en el mejor momento posible y con la mejor disposición.

Además de las vides también tenéis una parte de olivar. Cuéntanos cómo surge la idea de apostar por el aceite.

Nuestra agricultura familiar no sólo se caracteriza por los viñedos, sino también por los olivos y el cereal. Creímos en el aceite como un complemento perfecto a nuestra oferta. Consumidores de vino quizá no se encuentren en todos los sitios, pero, sin embargo, el aceite de oliva todo el mundo de una u otra manera lo consume y sabe apreciar y distinguir. Hicimos una apuesta valiente también, en este caso, con un coupage de cornicabra, picual y arbequina.

Vosotros que estáis en dos de los sectores más importantes de nuestro país a nivel de agricultura (vino y aceite). ¿Qué diferencias hay en cada uno de ellos?

El sector del vino lo hemos encontrado mucho más competitivo. Rara es la zona de nuestro país en la que no se elaboren vinos. Además, cada vez son más los viticultores y enólogos que apuestan por micro vinificaciones en las que priman los más altos estándares de calidad. En el sector del aceite, la calidad que tenemos en nuestro país puede llegar a ser inmejorable y el público que hemos encontrado está más abierto a probar aceites de otros sitios, como nuestra región.

¿Hay algo que tenga uno que echéis en falta en el otro? (mejor marketing, más conocimiento, mejor exportación…)

Es evidente que la fama que tenemos con el aceite de oliva es muy buena, sin embargo, con el vino tenemos denominaciones que han hecho el trabajo muy bien desde años atrás y eso hace que los que estemos en otras regiones tengamos quizá que avanzar a un ritmo más rápido.

¿Cuáles son vuestros objetivos para el próximo año?

Siendo prudentes, realistas y con la ambición que nos caracteriza creemos que, con la situación actual, mantener producción sería todo un éxito. Si esto podemos acompañarlo de abrir fronteras, tal y como hemos empezado a hacer, pues mejor que mejor.

María Orriols

Periodista especializada en temas de Estilo de Vida.