Parece que estas utilizando un bloqueador de anuncios

Para poder mantener este portal de forma gratuita necesitamos la publicidad. Por favor desactivar el Adblocker para acceder al contenido

Inicio / En Portada / El vino español necesita un lobby fuerte y decidido en la UE

El vino español necesita un lobby fuerte y decidido en la UE

/
/

Frente al poder de los lobbies anti-vino, fuertemente arraigados en los países no productores y alentados por organizaciones como la OMS, solo cabe la alternativa de otro lobby que hoy no existe, pese al enorme peso del sector en países como España, Francia, Italia o Portugal.

Hace algunos años, el entonces presidente de Francia Nicolas Sarkozy, acompañado a la guitarra por Carla Bruni, y por los tres años de cárcel a los que fue condenado por corrupción y tráfico de influencias, arremetió en la sacrosanta Francia contra el vino con una saña difícil de igualar.

A la par, las diversas cofradías de los sanos, que condenan el alcohol como principio de todos los males, pero no los refrescos azucarados ni las diversas aguas envasadas, ¡qué casualidad!, iniciaban una cruzada perfectamente orquestada contra el vino, mientras parlamentarios de los países no productores aplaudían o, como mínimo, callaban.

Mientras, ni la Organización Interprofesional del Vino ni la Federación Española del Vino ni el resto de organizaciones, especialmente españolas, ligadas al sector han sido incapaces, pese a su buena fe, de detener este atropello contra la libertad.

La atomización del mundo del vino ha sido una de las causas determinantes de esta situación que, momentáneamente, ha quedado aparcada frente a un enemigo cada vez más poderoso y talibán que, día tras día, aporta estudios que identifican al vino con los cuernos y el rabo de Satanás.

Y es que sin lobby no hay batalla o esta va a ser muy desigual. La OMS ha callado, ¿por qué será?, sobre el origen del Covid, hace años condenó a la pobreza a multitud de agricultores españoles que hubieron de arrancar sus olivos porque el aceite de oliva no era bueno para la salud y hace poco descubrieron que el pescado azul, pese a ser comida de parias, podía ser nutritivo.

Ahora pretenden cargarse el sector del vino, milenario en tradiciones, cultura y costumbres, y echarle la culpa de la degradación del medio ambiente a los pedos de las vacas; mientras países como Suecia o Noruega cobran 15 euros por una copa de vino y 7 por una de güisqui o de ron, suponemos que para combatir el alcoholismo.

En algo tienen razón. Yo tampoco creo que el vino, pese a lo que diga la legislación española sea un alimento, sí lo fue en la posguerra, sino que es un producto hedonista que refleja el paisaje y sus gentes en cada botella y como dice el doctor Martínez nos hace más felices cuando es consumido con moderación.

Sin embargo, para defender el vino no basta con el apoyo de un reducido grupo de médicos prestigiosos ni de los estudios que de ellos emanen sino de la creación de un lobby, con idéntico poder al de nuestros enemigos, que no adversarios, para hacerles frente con rigor. Vamos con ello.

  • Facebook
  • Twitter
  • Linkedin
  • Pinterest
  • Buffer

Suscribirse

Reciba nuestras noticias en su email

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

La altura div se necesita para habilitar la barra lateral pegajosa
Clics de anuncios : Vistas de anuncios : Clics de anuncios : Vistas de anuncios : Clics de anuncios : Vistas de anuncios : Clics de anuncios : Vistas de anuncios : Clics de anuncios : Vistas de anuncios :