FENAVIN refrenda el nivel de calidad del vino español

De la Feria Nacional del Vino (FENAVIN) que cerró sus puertas ayer en Ciudad Real tras tres intensos días de arduo trabajo pueden decirse muchas cosas, quizás algunas huelgan porque las cifras de crecimiento de contactos comerciales y compradores nac

El presidente del evento, que también lo es de la Diputación Provincial, Nemesio de Lara, anunció la presencia en Ciudad Real de 2.740 compradores procedentes de 54 países, que suponen un 29% más que en la edición anterior y nada más y nada menos que 9.442 nacionales, que alcanza un incremento estratosférico del 148% en relación con 2009. A esas cifras se unen los 140.000 contactos comerciales mantenidos, las 1.197 bodegas presentes en 600 casetas y las 120.000 botellas descorchadas en la Galería del Vino procedentes de 1.200 marcas diferentes.

Tras estos número poco queda que añadir. La Feria se ha visto, además, acompañada por una multitud de actos de carácter económico, lúdico y festivo que han sido vitales para complementar una oferta de negocio equiparable a cualquier feria del mundo, que sirve también para llevar el nombre de Ciudad Real por los cinco continentes y, lo que es más importante, para elevar la calidad y el nivel de vida de viticultores, cooperativistas y bodegueros en un contexto de crisis económica en la que el mundo del vino no se ve excesivamente afectado gracias al tirón internacional, éxito que viene a rubricar el magnífico trabajo desarrollado por el equipo de FENAVIN.

La presencia en Ciudad Real de Jay Miller, catador de vinos españoles del equipo de Robert Parker, supone un paso de gigante en el incremento del prestigio de los vinos castellano-manchegos en el mundo, en general, y en el mercado norteamericano, en particular. El hecho de venir arropado al encuentro por Pancho Campo, primer Máster of Wine español, es un plus más de promoción de los vinos de la mayor superficie vitícola del planeta.

El acierto de Manuel Juliá, su director, ha estado, desde el primer momento, en apostar por la captación de compradores. Aunque suene a perogrullada, buena parte de las ferias, especialmente las nacidas por iniciativa pública, centran su interés en la captación de expositores y olvidan lo más importante que es el comprador. Igual que las casas no se empiezan por el tejado sino que los cimientos resultan imprescindibles para una buena construcción, las ferias empiezan por los agentes que compran, ya que, si estos aseguran su presencia, los expositores van a venir sí o sí. Y FENAVIN es una buena muestra de ello.

Así lo entendió Juliá y esa ha sido su piedra filosofal y la clave del éxito. FENAVIN está consolidada, pero su equipo gestor sabe que no puede dormirse, ya que la competencia en el mundo del vino es enorme, y ya está trabajando para la próxima edición. Ahora es más fácil, pero nadie regala nada y el trabajo bien hecho debe ser la máxima para mejorar, todavía más, un evento que es un orgullo para España, en general, y para Ciudad Real, en particular.

Afinar detalles como un número menor de actividades paralelas, ya que en ocasiones se solapan algunas de gran interés y hace difícil al público dividirse y colocar los vinos en la Galería del Vino por variedades y añadas, además de por modalidades de crianza, son meras anécdotas que lejos de empañar el éxito de la feria la engrandecen, ya que de las críticas constructivas y de las mejoras que cada año introduce, motu propio, el equipo organizador nace un FENAVIN más consolidado y con mayor prestigio en el mundo entero. Prestigio del que se benefician sobremanera los sectores de hostelería y restauración de la provincia de Ciudad Real y del que deben sentirse orgullosos los miembros de la Diputación Provincial que decidieron apostar por la puesta en marcha de la Feria.

José Luis Murcia

Periodista. Miembro de AEPEV y  FIJEV