Complicaciones para la exportación y comercialización de graneles
Una vez que vamos teniendo cartas de la “baraja del vino” podemos analizar los distintos temas del sector vitivinícola nacional e internacional. Sin duda el reto es fuerte y la dificultad mayor que en años anteriores.
Y es que, sabiendo los adelantos de cosecha de los países productores, ofrecidos por la OIV, y con la personal convicción de que esta cantidad subirá una vez que los números se afinen, nos encontramos con una de las mayores cosechas que hemos tenido.
Es cierto que esta campaña pasada, por ejemplo, en Castill-La Mancha, mayor productora de graneles, así como en otras comunidades, se ha batido récord de ingreso de dinero por la exportación de vinos, bajando el volumen, cosa totalmente normal. Este año se puede voltear esta circunstancia, incrementándose el volumen y bajando el importe cobrado por el vino. Todo dentro de la normalidad.
Pero viendo esto y analizándolo fríamente, nos encontramos ante un reto difícil. En el mercado nacional no tanto, es decir, necesitamos unos diez millones de hectólitros, que a menor o mayor precio se tiene la seguridad de vender para abastecer el mercado.
Sin embargo, la cosa cambia en los mercados internacionales, en los que quiero hacer varias distinciones:
En primer lugar, y tomando como ejemplo países europeos que son grandes y constantes compradores de vino español, como Francia y Alemania. Vendrán a comprar esos vinos especiales que siempre adquieren: varietales, vinos base cava, etc. Pero al llegar a los vinos normales a granel la cosa cambia.
En primer lugar, ellos también han tenido un aumento de cosecha, sobre todo Francia; una cantidad que antes tenían que comprar y que gran parte lo hacía a España, este año se verá reducida.
En segundo lugar, para la compra de estos graneles, por llamarlo de alguna manera “normales”, se acude siempre al mercado mundial, y ahí tenemos a Italia que ya está ofertando vinos por debajo de los precios españoles y que, además, y en el caso de los dos países nombrados anteriormente, se une una considerable rebaja en portes en términos generales.
En tercer lugar y ampliando el abanico de los mercados al ámbito mundial, nos ocurre algo parecido, de momento Italia, y lo más seguro que países como Argentina, están o van a ofertar vinos a precios más baratos que los que en este momento tenemos nosotros. Y hablo de mercados como Rusia, China, etc.
No quiero con esto ni ser pesimista, ni dar la impresión de que no vamos a poder exportar, ni mucho menos. Nuestros exportadores ya nos han demostrado en innumerables ocasiones que son capaces de superar estas adversidades. Sí quiero, sin embargo, alertar que este año tenemos una cosecha mayor, que este aumento es casi generalizado a nivel mundial, que hay países con precios menores a los nuestros y que por tanto tenemos ante nosotros un reto difícil de cumplir, aunque no imposible. A lo largo del año y según se vayan acomodando los mercados, lo iremos viendo y comentando.
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