Argentinos y chinos se afanan por invertir en los viñedos de Cahors

Si hace años la cepa por antonomasia de Cahors, la malbec, viajó hasta Argentina y se aclimató como el buque-insignia de la vitivinicultura de aquel país, algunos bodegueros argentinos han decido hacer el viaje de vuelta e invertir en los viñedos de esta zona, cuyos viñedos tienen aún un precio asequible, hecho que propicia que chinos y argentinos se disputen el lugar.

Empresas argentinas como Alto de las Hormigas han desembarcado en una zona con problemas de comercialización a nivel internacional, ya que la fama de la uva malbec se la ha llevado el país de la pampa. De esta forma, hacen el binomio perfecto con socios locales y pueden ofertar vinos malbec que se salen de los que habitualmente cultivan en Sudamérica. Al menos, eso piensa Château les Croisilles, en Luzech (Lot), en una información de la Revue du Vin de France.

Estos movimientos empresariales, en los que también toma parte un enólogo de prestigio como Leo Borsi, permite colocar en el mercado partidas de vino malbec a precios que oscilan entre los 11 y los 15 euros, un precio que no soñarían alcanzar los elaboradores franceses.

A la par, inversores chinos han llegado también al área y los lugareños consideran que es importante este deseo que viene de fuera, ya que redundará en la internacionalización de sus vinos.

Redacción