Celebrities (III). Hoy Charlie Arturaola, las zapatillas (c)

El día que conocí a Charlie Arturaola, me llamó la atención su manera de vestir. Por su aspecto bien podría decirse que era un diseñador o un arquitecto. El anticuado aspecto de sumiller casposo (me van a matar por este comentario, pero es así) con chaleco negro o granate ochentero, pajarita y el catavinos colgando dista mucho de este señor.

Charlie iba con unos pantalones rojos y unas llamativas zapatillas, cada una de un color.

Lo primero que pensé fue que parecía un personaje de cómic. No le conocía de nada, pero tenía una aureola que llamaba la atención. No me equivocaba. En cuanto comenzó a habla, percibí una energía que, seguro, no deja a nadie indiferente.

Al cabo de un rato me animé a preguntarle el porqué de las zapatillas cambiadas de colores. Me dijo que se remontaba a una época en la que estuvieron de obras en su casa. Le estaban haciendo una chapuza y los retrasos y las mudanzas frustradas se acumulaban. La señora de la limpieza era quien le ayudaba a meterlo todo en cajas. Además se suma el hecho de que Arturaola viaja unas 40 veces al año. Todo un desorden. Pues en una de esas, la señora que le ayudaba cambió los colores de unas zapatillas del mismo modelo. A él no le importó, y se atrevió a salir a la calle con las zapatillas cambiadas. Estaba en Miami Beach, y esas cosas gustan en una ciudad en donde todos quieren crear moda. Y él lo hizo por casualidad. Gustó y ya desde entonces lo repite constantemente.

En esa cena me contó su primera película "El Camino" en la que se interpreta a sí mismo como un sumiller que pierde el rumbo, y el paladar. Esta película narra el camino que debe emprender por recuperar su gusto por el vino.

El gusto de las zapatillas nunca lo había perdido.

Arturo Blasco Enólogo Artículos relacionados Twitter

Arturo Blasco

Licenciado en Enología.

Master en Dirección de Marketing y Ventas.