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Nuestra gran diversidad

El 7 enero, 2015

Coyuntura vitivinícola mundial: evoluciones y tendencias

Es lógico que en estas fiestas se hayan descorchado más botellas de vinos, cavas, espumosos.

Quien haya descorchado alguna botella, ha tenido ocasión de comprar y catar vinos de zonas diferentes: vinos blancos, tintos, cavas y espumosos. Hoy día en todas las zonas de España se elaboran vinos muy buenos, y esto no es un simple comentario, sino una realidad.

En cuanto a los blancos, ya no hay solo de Rueda o de Galicia, los hay en Andalucía, Levante, Mancha, en cualquier sitio te pueden llegar a sorprender.

Los tintos, sean de donde sean, hay verdaderos vinazos. Ya no hablamos de las dos o tres denominaciones famosas por sus vinos, en cualquier sitio, en cualquier zona, si buscas, tienes unos vinos para quitarse el sombrero. Vinos para acompañar cualquier ocasión, que, seguro, nos dejarán en muy buen lugar.

En lo que a espumosos se refiere, apelación que deberíamos modificar ya que ‘espumoso’ comprende una gran cantidad de vinos muy diferentes entre sí, se encuentran los cavas catalanes, sí, pero hay también en otras zonas como Requena, Extremadura, Mancha, Málaga, Galicia, Rueda… en un sinfín de sitios y con unas calidades y unos precios muy sorprendentes.

Vinos económicos, si, y si nos situamos en vinos que estén entre los 5 y 10 euros la botella, el salto cualitativo es enorme. Disponemos de una gama de vinos que pueden estar en las mejores mesas y competir con casi cualquier vino.

Convenzámonos, España tiene la suerte de tener una variedad enorme de vinos. Debemos ser los primeros en creérnoslo para así poder explicárselo a todo el mundo. Nuestros blancos, tintos, espumosos, dulces, pueden abanderar esos vinos de calidad contrastada. Y no les digo ya solamente en cuanto a calidad-precio, que ya es sabido. Nos debería bastar solamente con mencionar la calidad. Ya que si bien tenemos buenos precios, también podemos comenzar a creernos que nuestros vinos pueden y deben valer más. Al fin y al cabo la calidad, sin más, hay que pagarla.

Comenzamos un nuevo año y, como director de El Correo del vino, en nombre de todo su equipo, espero y deseo que este año nos llene de ilusión y esperanza.