2024: Un año para la esperanza
Tras un 2023 marcado por un comercio a la baja en volumen y al alza en precios como consecuencia de la subida de costes de producción (fletes, energía, maquinaria…), inflación latente e incertidumbre económica, 2024 comienza como un año para la esperanza con estabilización de precios del transporte, dinero más barato e inflación contenida, además de una cosecha corta, en líneas generales.
Principales productores europeos
España tiene una vendimia a la baja, unos precios tremendamente competitivos con escasez de oferta en blancos (los monovarietales se han vendido muy bien) y buenos tintos aún en el mercado. Por otra parte, crece el interés de Francia, Italia, Alemania y Portugal por la compra de vinos básicos.
Francia, tras varios años de cosecha a la baja, vuelve a la normalidad y oferta importantes volúmenes de buena calidad a precios estables con ofertas atractivas en Languedoc-Rosellón, Gascuña, Beaujolais, Burdeos, Borgoña y Valle del Ródano. Sin embargo, la oferta de sauvignon blanc es a la baja.
La vendimia ha caído en Italia más de un 25% con escasez de vinos básicos blancos y tintos, además de vinos base de espumosos, que suple con compras en España. De momento, incrementa sus precios y comienza a moverse con cierta incertidumbre.
Países del Nuevo Mundo
Chile, que tuvo un recorte de cosecha importante en 2023, podría repetir este año a la baja, ya que las vendimias apuntan a un importante retraso por el incremento del frío en invierno, primavera y principios de verano. Posee una interesante oferta de vinos tintos y algo menor de blancos a buen precio, pero su futuro inmediato puede limitarle.
Argentina, pese a su cortísima cosecha, puede aún sacar al mercado importantes volúmenes de malbec premium a precios interesantes. Eso sí, en un escenario de inflación a diciembre del 211%, de ratio de interés del 100% y una mejor cosecha que podría obligarle a exportar más a precios más asequibles.
Sudáfrica cuenta con una oferta limitada de vinos blancos y buenas perspectivas con tintos monovarietales al haber una cosecha en ciernes que apunta mejores resultados que la anterior y que le puede llevar a recuperar protagonismo internacional.
Australia ofrece estabilidad en blancos y capacidad competitiva al máximo en tintos, una vez que comienza a recuperar el mercado chino tras una larga guerra comercial, con buenas opciones en 2024 para variedades tan apreciadas como la sauvignon blanc y la pinot gris.
Nueva Zelanda, por su parte, espera una repetición de cosecha, que ya fue buena en 2023 y puede haber presión a la baja para el precio del sauvignon blanc, especialmente de la zona de Marlborough, tras varios años con precios realmente envidiables.
Estados Unidos, por su parte, cuya mayor actividad se centra en California, es difícil que alcance la cosecha del año 2023, con gran cantidad y calidad. Su apuesta es claramente por la diversificación con atención especial a los vinos bajos en alcohol.
Periodista. Miembro de AEPEV y FIJEV
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