Cosecha del 22 en España

Creo que en este momento de cambio de dígito en el año. Estamos en  el mes idóneo para reflexionar y evaluar objetivamente esta cosecha del 22, tan controvertida como especialmente distinta.

Dejando a un lado las catalogaciones últimas de las Denominaciones de Origen, donde todas las añadas son excelentes o muy buenas; lo más manido y recurrente este año es, la vendimia ha sido “sanísima”, o estado sanitario perfecto. Pero debemos entender que una fruta perfectamente sana puede estar ”verde” o inmadura, por tanto, además de el estado sanitario, hay otros factores muy importantes, que influyen en la calidad y equilibrio del fruto, en este caso la uva, y que son determinantes para su perfecta vinificación. Cosecha del 22

 Existen dos tipos de factores que influyen en la producción y la calidad del fruto:

• Los que son fijos y por tanto no se pueden cambiar, como la ubicación, que condiciona la situación, orientación, tipo de conducción y variedad.Cosecha del 22
• Los variables, que se pueden modificar cada año, como son los agronómicos, tipo de poda, fertilización, riego etc, la mala viticultura, o mala praxis de estas últimas técnicas,  genera déficits cualitativos muy importantes. Cosecha del 22

Además de la incompetencia del Homo sapiens, existe un factor fijo, que  es muy variable año a año; quizás sea el más determinante para diferenciar cada añada, sin duda es el clima.

No vamos a disertar o discutir ahora las doctrina, opiniones más o menos radicales o apocalípticas del cambio climático; pero es claro y notorio, que este año ha sido particularmente distinto en cuanto a clima. Lo importante es analizarlo y ver cómo ha influido este en la calidad del fruto.

 El periodo de parón invernal fue menos frío de lo normal y poco lluvioso, con pocas nieves; esto en la viña no es relevante, después nos sorprendió un inicio de primavera muy lluvioso y frío, con precipitaciones prolongadas y muy bien aprovechadas; esto influyó en una brotación tardía y muy frondosa con una gran cantidad de fruto, muchas reservas abajo y buena masa vegetativa. Todo continuó perfecto hasta la floración, con buen tiempo y buenas temperaturas, y por tanto un buen cuajado, el ciclo se acelera y rápidamente se llega a un envero rápido y sobre todo irregular.

 A partir de ahí, se encadenan sucesivamente una elevación anormal de temperaturas, con hasta tres olas de calor sucesivas, sin apenas precipitaciones. Estos factores empiezan a generar en determinadas variedades situaciones de estrés y parones vegetativos, concretamente el tempranillo, que para radicalmente su actividad madurativa; comienzan las temperaturas por encima de los 33ºC y la vid empieza a cerrar estomas y a sobrevivir con sus reservas. Se produce un parón o ralentización del proceso de maduración y únicamente las variedades precoces, chardonnay, moscatel de grano menudo, merlot o S. Blanc, llegan justitos a su vendimia.

El calor extremo y seco, influye positivamente en la ausencia absoluta de enfermedades fúngicas (mildiu, oídium) y por tanto el estado sanitario, como decíamos antes es perfecto. el 22

Intentando ser pedagógico, diría que existen dos tipos de maduraciones que son fundamentales en la uva:

• Por un lado la madurez glucométrica, que es básicamente la transformación de compuestos, sobre todo ácidos en azúcares (glucosa fundamentalmente y fructosa) que determinará el grado alcohólico final a través de la fermentación de los mismos
• Por otro lado está la madurez fenólica, que es la maduración del hollejo, que es donde se forman los compuestos responsables de los aromas, el color y la estructura del vino, los llamados polifenoles, muy importantes, sobre todo en los vinos tintos. el 22

Habitualmente ambas van a la par, exceptuando en las zonas cálidas, donde la concentración de azucares tiene que ser alta para tener una perfecta madurez  de la piel. Pero todavía mas, en un verano tan cálido y seco se produce un fenómeno negativo asociado al estrés de la planta, un parón en la maduración, y una deshidratación del grano, que produce una falsa maduración, provocada por una perdida de agua por evaporación y recursos de la propia cepa, posteriormente, tras las pocas lluvias la planta vuelve a hidratar el grano y el grado de azúcar baja hasta su ciclo normal. l 22

Para resumir, estos fenómenos extremos de calor y sequia influyen de distinta manera en función de los factores de la producción, el factor varietal, en función del ciclo corto o largo de la planta, un ejemplo es el Airén, de ciclo largo, que le ha costado mucho madurar por agotamiento de la planta, otros factores son la carga, o también el tipo de tierra, su permeabilidad y sus reservas de agua, el tipo de conducción y la profundidad de las raíces, o también la densidad de plantación. osecha del 22

 Como conclusión, esta añada del 22 ha sido muy irregular, marcada,  como sucede a nuestro actual Presidente de Gobierno, por la supervivencia y la resistencia, ante los factores climáticos extremos.

 Podemos convenir por tanto, que la vitis vinífera, es la planta mejor adaptada a las condiciones climáticas más extremas, que no solo es capaz de sobrevivir en Veranos como este, sino que además heroicamente madura su fruto y nos ofrece una cosecha razonable y parecida a la del año anterior. Cosecha del 22

 Bueno amigos, desde aquí brindo con vosotros con este vino de la Quinta del 22, de la variedad bobal, de un viñedo viejo, en vaso, acostumbrado a condiciones extremas, con una carga moderada, plantado en un marco de 3m x 3m, que coloniza 9 m2 de tierra, con una base de roca caliza, y cuyas raíces penetran buscando la humedad varios metros, que encontró su madurez óptima con toda su masa foliar y que expresa una elegancia, fruta  y equilibrios maravillosos, salud y a disfrutar. Cosecha del 22

Luis Jiménez

Enólogo