La guerra comercial entre China y Australia alcanza de lleno al vino
La guerra comercial entre Australia y China, que se inició a finales de agosto cuando el gigante asiático se sintió ofendido por la petición oceánica de investigar el origen de la covid-19 por parte de un comité independiente, ha entrado en una nueva fase, que podría afectar gravemente a las exportaciones de vino australiano si la decisión de imponer aranceles antidumping se concreta definitivamente.
Con anterioridad, las autoridades chinas se sintieron muy molestas cuando Australia inició una investigación antidumping contra productos chinos, entre marzo y julio de este año, contra mosquiteras de aluminio o fregaderos de acero inoxidable, que conllevaron aranceles medios del 78%. Este hecho trajo consigo la imposición automática de aranceles a la cebada australiana del 80%. El vino espera, de hecho, un trato peor, ya que los empresarios chinos del vino, que acusan a Australia de subvencionar al sector, quieren aplicar un arancel del 202,7%.
Los empresarios chinos del vino querrían aplicar al vino un arancel superior al 200%
La industria del vino de China sostiene que entre 2015 y 2019 el precio medio del vino australiano cayó un 13,7% en sus exportaciones, mientras el precio medio para China subió en ese mismo periodo un 1,4%. Este aumento, que China aduce que se produjo en perjuicio de sus vitivinicultores, coincidió, además, con una subida de la participación de Australia en el mercado chino que pasó del 3,7% al 13,4%.
Desde el pasado sábado las importaciones de vino han quedado en el aire y son más de 2.400 los industriales australianos afectados, ya que China es el primer comprador de vino australiano en valor y el tercero en volumen con un total de 1.260 millones de dólares australianos (775 millones de euros) a 30 de septiembre de este año y de 173 millones de botellas anuales, según datos de Wine Australia. Durante este periodo las exportaciones australianas se incrementaron un 4% hasta los 771 millones de litros (1.028 millones de botellas) por importe de 2.998 millones de dólares australianos (1.845 millones de euros), a un precio medio de 2,39 euros el litro.
Los encontronazos fuertes entre ambas Administraciones subieron de tono desde el pasado 25 de octubre cuando comenzaron las retenciones en aduanas chinas de diversos productos como algodón, lana, cebada, azúcar, madera, cobra y langosta, presumiblemente para aplicarles una cuarentena. La realidad es que un cargamento de langostas de roca, valoradas en 1,8 millones de euros, han tenido que ser destruidas, tras su inspección, la semana pasada.
Desde Australian Grape and Wine desaconsejan realizar envíos de vino a China ante el riesgo de que sean paralizados en la aduana.
El director ejecutivo de Australian Grape and Wine, Tony Battaglene, se ha mostrado pesimista y ha advertido, en varios medios de comunicación, a sus exportadores de la interrupción del comercio del vino por lo que aconseja no realizar envíos ante el riesgo de que sean paralizados en la aduana china.
El vino australiano viajaba a China hasta ahora sin ningún tipo de arancel desde 2015, pero estos acontecimientos han tirado por tierra este acuerdo de libre comercio que, en principio, no parece afectar al vino a granel, cuyas importaciones a septiembre de este año ascendían a 13 millones de litros por importe de 21,5 millones de euros, a un precio medio de 1,65 euros el litro.
Periodista. Miembro de AEPEV y FIJEV
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