Rose-Michelle Bensadon: “En Francia en el sector del vino hay más unión frente al mercado exterior”
Nieta de españoles, esta parisina llegó a España hace ya más de 25 años. Aunque reconoce que con quince años “ya había hecho sus pinitos en la cocina, fue aquí donde empecé a cocinar de la mano de la que se convirtió en mi segunda madre, una jiennense que hacía una paella increíble”. A partir de ahí, empezó a estudiar de forma autodidacta todas las técnicas de cocina y decidió compartir sus experiencias a través de su página À la bonne franquette con Michelle. Enamorada del AOVE, acaba de participar en las Jornadas WOOE Junta de Andalucía en el encuentro celebrado bajo el lema “Sin AOVE no hay manera. Redes y gastronomía saludable”. Como buena francesa y española de adopción, Rose-Michelle también valora los buenos vinos, que tienen un lugar privilegiado en su cocina.
¿Qué fue lo que te enganchó de nuestra gastronomía para que decidieras dedicarte a ella a través de las redes sociales?
¡Quise volver a mis raíces! Tengo recuerdos de las comidas familiares y de ver cocinar a mi madre y mi abuela y, después de aprender las técnicas básicas con la que fue mi segunda madre en España, la curiosidad y el hecho de que me encanta comer, me llevó a leer y cocinar. Hoy en día, la cocina es mi pasión, ni hobby, ¡mi vida! Por otro lado, me encanta compartir y tengo instinto didáctico por lo que quiero dar a conocer todo aquello que me apasiona y que todo el mundo sea feliz, conociendo y cocinando lo que la tierra nos brinda tan generosamente.
¿Cuándo y por qué decidiste publicar tus recetas? ¿Qué es lo que pretendes con ello?
Empecé escribiendo porque me di cuenta de que la gente tenía una visión totalmente falseada de lo que es la cocina francesa; sin haber viajado o probado, todos me decían que la cocina francesa era todo mantequilla, nata y crêpes… ¡Nada más lejos de la realidad! Así que decidí ponerle remedio y que la gente se enamorara de Francia, por esa razón, hablo de las regiones, sus pueblos y ciudades, su cultura…
Es difícil hablar de gastronomía española y francesa sin comparar. ¿Con cuál te quedas? ¿Qué tiene de bueno cada una de ellas?
Voy a ser muy gallega en la respuesta: depende. La gastronomía tradicional española difiere algo de la francesa, pero si nos referimos a cocina moderna española, hablamos de casi lo mismo: fueron la marquesa de Parabere y Simone Ortega quienes introdujeron las recetas francesas en las cocinas españolas. El punto de inflexión en el que apareció una cocina de autor, una cocina española de muy alto nivel, llegó con las visitas asiduas de los cocineros vascos a Francia tras las huellas de Nouvelle Cuisine. Esa es para mí, en la actualidad, la verdadera cocina española. Independiente y con identidad propia gracias a la asimilación de las técnicas y la filosofía de sus colegas galos. Dicho todo esto, no puedo elegir, ¡las dos son mías! y las fusiono con respeto.
«Esa es para mí, en la actualidad, la verdadera cocina española. Independiente y con identidad propia gracias a la asimilación de las técnicas y la filosofía de sus colegas galos»
¿Qué cosas tienen en común y en qué difieren?
Ambas cocinas en la actualidad rinden pleitesía al producto de temporada, cada una con su acento y sus raíces. La presentación sigue siendo un punto fuerte de los chefs franceses, subliman con exquisita sofisticación, pero aun eres capaz de «leer el plato», no necesitas preguntar qué es lo que te vas a comer.
Con los vinos pasa igual que España y Francia son dos países importantes en el sector vinícola. Dime a grandes rasgos qué valoras de los vinos de cada país
Valoro su tipicidad, su singularidad, una misma variedad de uva da resultados totalmente distintos según en qué tierra han echado raíces. En España cada vez se elaboran vinos más allá de las encorsetadas denominaciones de origen y eso es un punto a favor. Los vitivinicultores franceses tienen ya mucho camino recorrido y tienen la lección bien aprendida.
A nivel de marketing ¿crees que España debe aprender de los franceses?
Sí. La estructura geopolítica tiene mucho que ver, en España está muy descentralizada y eso desconcierta mucho al consumidor de fuera. Francia funciona de manera centralizada y eso hace que haya más unión frente al mercado exterior.
«España está muy descentralizada y eso desconcierta mucho al consumidor (de vinos) de fuera»
¿Por qué vinos te sueles decantar?
¡Me gustan todos! Pero el godello de Valdeorras, el tinto Borgoña, el blanco Chablis y el champagne son mi debilidad.
¿Algún descubrimiento que te haya llamado especialmente la atención?
Los vinos andaluces me han enamorado. Un fino con unas gambas o una paella es maravilloso. La astringencia característica de los vinos generosos te hace salivar. Son el mejor aperitivo y digestivo.
A la hora de hacer un maridaje, ¿en qué te fijas?
Pues depende, a veces, al probar un vino, surgen sabores que me hacen conectar directamente con un plato en mi cabeza y otras veces es al revés. No es muy técnico, lo sé, pero tengo el paladar entrenado después de probar muchos platos y muchas cocinas, lo que hace que el proceso de armonizar lo realice de forma instintiva.
Dinos tu maridaje preferido.
¡Fácil! El champagne con cualquier cosa
Además de poner música, ¿sueles cocinar con una copa de vino en la mano?
¡Por supuesto! Sobre todo, los fines de semana, pero no hay que abusar…
Dinos una receta en la que la clave sea el vino.
La respuesta fácil es el coq au vin o la daube provençale, pero en realidad, con cualquier guiso, desglaso siempre, siempre, con vino.
Periodista especializada en temas de Estilo de Vida.
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