La segunda vendimia, la de los papeles…
Termina en la mayoría de las zonas la vendimia de las uvas, mientras los vinos terminan tranquilamente de fermentar, con su lento burbujeo y los nuevos aromas van inundando las bodegas, cambiando el olor a ‘tufo’ por el del vino nuevo. En las oficinas no todo es tan romántico, y comienza la labor administrativa, comienza la segunda vendimia, la del papeleo:
Un papeleo que cada año se agranda. No hay prácticamente movimiento que se haga en bodega que no tenga que estar respaldado por una pila de papeles que lo atestigüe. Contratos de uvas, contratos de vino, facturas, seguimiento de lotes, productos, informes, declaraciones… Muchas veces, y en función de la bodega, el coste que esto conlleva es importante en la cuenta de resultados y hay que dejar de invertir dinero en otros menesteres, en beneficio del vino, que al fin y al cabo es lo que nos ocupa, para dedicarlo a personal de oficina totalmente necesario, cada día más, para poder llevar todo esto medio en condiciones.
Como decía hace poco José Luis Benítez, director general de la Federación Española del Vino “no repercute en las ventas, pero merma recursos, ya que en lugar de contratar personal para labores relacionadas con la producción del vino lo que se hace es desplazar medios a las tareas administrativas”.
En bodegas pequeñas el encargado de casi todo esto, sobre todo de los libros y movimientos de bodega, es el enólogo, práctica que se hace desde hace mucho tiempo. En otros países europeos, siendo también el control exhaustivo, la manera de hacerlo, sin embargo, es mucho más fácil, ya que aquí hay veces que tenemos que duplicar datos en función de quién te los pide, mientras que en otros sitios están centralizados en un solo lugar.
Si empezamos a sumar lo que hace falta a nivel de cada denominación de origen, las comunidades autónomas, Agencia tributaria, Aica, IGP, aduanas, salidas de vino, entradas de vino, de productos, etc., etc., son un mar de documentos los que casi a diario hay que llevar.
Se está pidiendo un portal único, donde se puedan introducir todos los datos y que cada sector los pudiera recabar desde ahí, donde figurarían todos y ahorrarían mucho trabajo, tiempo y dinero…
Es esta una queja que nos viene desde la mayoría de las bodegas, ya que, además, muchas de estas actuaciones hay que hacerlas, por ejemplo, en plena vendimia, a diario, y si se te pasa hay importantes sanciones.
Para terminar, decir solamente una cosa: Las fábricas de cerveza tienen que hacer muchos menos papeleos, informes y declaraciones. Esto es así.
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