Los nuevos feudos de la Verdejo

Descubran la procedencia de los últimos verdejos para chatear

Alejada de su Rueda natal, una de las viníferas autóctonas más importantes de la Península ha encontrado nacientes parcelas en las que expresar sus aromáticas cualidades.

La admisión por parte de la más internacional de nuestras denominaciones de origen vinícola, la D.O.Ca. Rioja, de la variedad blanca verdejo ha sido una de las cuestiones que más han llamado la atención del sector del vino en el último año y pico. El visto bueno que se le ha dado desde el consejo, junto al de otras variedades con menor o mayor implantación en la región, no es baladí, ya que este varietal oriundo de la comarca de Rueda puede funcionar con certera en Rioja.

José Ramón Lissarrague, el gurú nacional de la viticultura, explica que la vinífera puede ofertar resultados interesantes junto al Ebro. “La verdejo tiene una mayor capacidad de respuestas en climas cálidos. Con estas climatologías, siempre dará mayor complejidad que otras variedades neutras”, confirma el profesor universitario. Aunque advierte que, con climas muy cálidos, “quizás no de los resultados que viene ofreciendo”, admite.

Legalmente, las plantaciones de esta cepa en Rioja acaban de formalizarse, así que no existen resultados embotellados en el mercado que corroboren el potencial de la verdejo lejos de Rueda.

No es así en la meseta sur, ni en otras zonas de producción vecinas a Rueda ni en algunas parcelas bañadas por climas con cierta influencia mediterránea. Desde hace cuatro años, Castilla-La Mancha ya ofrece buenos ejemplos de blancos elaborados a partir de majuelos de verdejo. Que conste, el viñedo más viejo de esta aromática uva en La Mancha cumplía esta primavera entre nueve y diez años. Gracias, en gran medida, a una legislación menos encorsetada que en el resto de comunidades autónomas en las que se cultiva la vitis vinífera.

Desde el consejo regulador de la D.O. La Mancha, Ángel Ortega analiza el enorme crecimiento de esta casta en la región. “En proporción, ha crecido bastante en sólo dos años, situándose en una superficie de 533 hectáreas acogidas. Aunque dada la magnitud que alcanzará la variedad en dos o tres años, se convertirá en un complemento perfecto para nuestro viñedo”, aclara desde la sede del consejo en Alcázar de San Juan (Ciudad Real).

Paco Granado, asesor enológico de diversas bodegas en la región, es uno de los principales conocedores de la verdejo en La Mancha. Hogaño, ya elabora varios monovarietales en la comunidad con ella y asegura que es bastante espectacular, siendo muy respetuosa con los aromas varietales que viene ofreciendo en Rueda. “Se adapta muy bien al clima continental y, bien elaborada, no tiene nada que envidiar a sus hermanas de Rueda. En cualquier caso, falta mucho trabajo por hacer, todavía es pronto para llegar al nivel de los fermentados en madera”, puntualiza. Y en este mismo sentido, Ángel Ortega concreta que los técnicos manchegos todavía se están adaptando a la elaboración de este varietal.

Peligrosa competencia

El consumidor de a pie relaciona los blancos de verdejo y, los de Rueda en general, con una excelente relación calidad-precio. Aunque, la gran mayoría desconoce que la verdejo es una uva con la que se lleva trabajando mucho tiempo para ofrecer esta sensacional ecuación; y de la que se tienen datos desde el siglo XI, cuando los mozárabes la trajeran consigo desde el norte de África.

En Rueda, a una altitud de entre 700 y 800 metros, es donde mejor se expresa, sobre tierras llanas pero bien aireadas para soportar el duro clima continental que baña la zona. Estas son unas condiciones ideales para el desarrollo de unos racimos en los que reine la perfecta relación entre la acidez y el azúcar de las uvas. Condiciones fácilmente imitables en otros climas peninsulares.

En cualquier caso, la amenaza al poderío de Rueda es latente, tal y como previene Lissarrague. “La competencia es peligrosa. Por crecer todos, igual perdemos todos”, asevera.

En este mismo sentido insiste Pascual Herrera, director de la estación enológica de Castilla y León y un gran conocedor de la vinífera blanca. “Rioja le saca cuarenta o cincuenta años de comercialización a Rueda y puede llegar a sitios a los que no llega esta zona de producción”, matiza. Y como reflexión, este enólogo manchego propone varias soluciones a este posible conflicto. “Ante el gran peligro de la competencia de precios, yo delimitaría aún más la producción en Rueda e identificaría la verdejo de Rueda con el territorio del que procede hablando de las temperaturas y del suelo”, y concluye, “no es lo mismo vender verdejo en un mercado con conocimientos que en Bombay, a ellos les dará igual el lugar de procedencia mientras sea buena la relación calidad-precio”.