Nos cargamos el brandy y de paso miles de hectáreas de viñedo
Esto se hace desde el mismo lobby de empresas de bebidas espirituosas. Creo que lo que hacen es pan para hoy y hambre para mañana o, siguiendo con el refranero, tirar piedras contra su propio tejado.
Lo que se pretende es hacer un pseudo brandy al que llamarían ´Blend brandy´ en el que el 49% estaría compuesto de alcoholes agrícolas de procedencia distinta a la uva. En el fondo subyacen intereses exclusivamente económicos. Sé que competir con bebidas foráneas como el ron, la ginebra o el whisky, que están a unos precios ridículos ya que se pueden ver botellas desde los 4 euros, es difícil ya que los precios del brandy elaborado con alcohol vínico resulta más caro. Hace tiempo que escribí un artículo diciendo que habría que controlar estas bebidas a precios irrisorios, pero la solución no es esta, vamos, esta solución es la peor posible para el sector.
Sinceramente, no sé cuál puede ser la solución idónea, es difícil. Quizá sacar una nueva bebida con un nombre diferente, pero no creo que hundir a nuestro brandy sea la solución, porque tarde o temprano esta medida conlleva cargárselo, de eso no les quepa la menor duda. Es como si al caviar le quisieran meter otro tipo de huevas que no fueran las del esturión, que al cerdo ibérico, pata negra, lo cruzaran con otro que dé más carne y engorde mejor, o que al queso manchego le mezclaran leche de vaca en lugar de oveja. Son cosas que abaratarían el producto, pero a la vez lo desvirtúan completamente y terminan por diluirlo sin saber ya lo que realmente es cada cosa.
Esto, además, conllevaría un impacto económico mayor en los viticultores de muchas zonas de España, las posibles ganancias de los productores de bebidas espirituosas serán tapadas completamente por las enormes pérdidas que conllevaría al sector agrario y alcoholero de España. Si las alcoholeras destilan 5 millones de hl anuales de media, pongo por ejemplo, ahora necesitarían menos de la mitad, con lo que nos sobrarían, en primer lugar alcoholeras, con los correspondientes cierres y despidos, pero es que luego nos podríamos situar en unos excedentes vínicos grandes en años de buenas cosechas y dificultad comercializadora. Todos sabemos que las alcoholeras nos han sacado de apuros, destilando excedentes en innumerables ocasiones.
Políticamente hablando, por un lado se dice una cosa, por otro lado otra y en resumidas cuentas no sabemos exactamente lo que va a pasar. El ministro Cañete en la sesión de control al Gobierno, en contestación a la pregunta realizada por Alejandro Alonso, supo estar “torero” porque no contesto a la esencia de la pregunta, que probablemente debió ser más matizada para no dejar dudas al respecto del espíritu de lo preguntado.
La respuesta exactamente del Sr. Cañete fue: “En estos momentos la única propuesta que afecta al sector vitivinícola se enmarca en el proceso de reforma de la política agraria común y estamos trabajando para corregir los efectos negativos de las propuestas iniciales de la Comisión Europea.”
Efectivamente, en este momento no hay ninguna propuesta que afecte al sector vitivinícola porque al que afecta es al Rto 110/2008 que es de Bebidas Espirituosas y no a reglamentación alguna del sector vitivinícola. Este sector, el vitivinícola, será el “pagano”. El segundo matiz es que, efectivamente, en este momento no hay nada en la Comisión Europea, porque lo que hay es una propuesta del Consejo Regulador del Brandy de Jerez al ministerio de agricultura español y al Comité de Bebidas Espirituosas, y solicitudes de apoyo a otros Estados Miembros para que sean asumidas sus propuestas y que pasen a tramitación en la Comisión.
El pasado 4 de marzo, en la Asamblea del Consejo Regulador de la Denominación de Origen de Rioja a pregunta de uno de los vocales del mencionado Consejo, la contestación del Sr. Ministro no dejo ningún género de duda.
La pregunta en cuestión fue: ¿Cuál es la posición del ministerio de agricultura ante la propuesta de la FEBE y el C.R. del Brandy de Jerez, de cambio de la definición de brandy en el reglamento de Bebidas Espirituosas, para que este producto pueda elaborarse con alcoholes de subproductos o de otros orígenes agrícolas distintos de la vid?
La respuesta: “Este gobierno es partidario de la modificación de la reglamentación permitiendo la utilización de alcoholes obtenidos a partir de subproductos y de otros de origen no vínico y para ello estableciendo dos categorías de brandy por vía etiquetado”, lo que sería una suerte de premium con destilados de vino y blend, mezcla o no vínico, práctica no muy alejada de lo que se pueda estar haciendo en el país vecino.
Por cierto por matizar la contestación del Sr. ministro en la Rioja, sería conveniente decirle que en el país vecino al que se refiere se llama Francia, y lo que se hacía, digo “hacía”, era una práctica irregular que fue motivo de un expediente de infracción pendiente de sanción por el Tribunal de Justicia de la UE. Por cierto el Sr. Cañete, entonces en la oposición, apoyo y promovió algunas de las acciones ante la Comisión que condujeron a que se iniciara dicho expediente.
Castilla La Mancha y Andalucía no tienen constancia de nada…
En resumidas cuentas, desde el sector debemos hacernos oír y explicar bien claro que la ganancia de unos pocos puede ser la perdida de muchos.
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