Los mercados internos del vino a granel

Estamos a punto de finalizar una campaña, que empezó con mucha alegría, quizá de más, con euforia, y que no va a terminar de igual manera, sin duda como consecuencia de esa primera euforia.

Creo que ha sido una campaña hasta cierto punto fácil de prever, no era lógico que los vinos se mantuvieran al precio de 5,50-6 euros hº (las 900-1000 ptas.). Era normal que las exportaciones bajaran, el consumo interno también se resintiera y que fuera una campaña que no terminara cómo empezaba, los asiduos que hablamos normalmente y comentamos la situación de los mercados, lo saben que era el comentario normal de la mayor parte del mercado. Aun así había quien opinaba todo lo contrario, opinión que debía de respetarse pero que el tiempo ha hecho ver que no era así, que los precios del vino, hoy por hoy, no sé si por suerte o desgracia, no admiten cotas tan altas.

Hablamos en estos momentos de vinos a algo más de tres euros, 3,30-3,50 y con tendencia clara a la baja si la situación no cambia. Y un precio que hace apenas tres años, hubiera firmado absolutamente todo el mundo, como era el de los tres euros, un precio magnifico entonces, impensable de alcanzar, hoy día, no sé por qué causa, resulta ser un precio ruinoso. Si lo es en esta campaña, claro está, ya que la uva se pagó a unos precios que no se cubren gastos con estos que tenemos ahora del vino, pero no lo es tanto si fueran los de la próxima campaña, y en este tema no me quiero meter ya que queda tiempo, no quiero influir, ya tendremos ocasión más adelante de ver el posible precio para la campaña próxima, de momento estamos en ésta y es la que comentamos.

Parte de la culpa de este bajo precio y de que haya bodegas que teniendo ganancias, terminen con pérdidas, hay que achacarlo a todos los que se han vuelto en las operaciones de vinos, quienes no han cumplido los contratos (yo al menos, a esta informalidad, me niego a darle el nombre de renegociación de contratos, como ya les dije en un artículo, es simple y llanamente incumplimiento de contrato), ya que vinos que estaban vendidos a 5,50, hoy en día se tienen que vender a 3,50, por ejemplo, con el consiguiente quebranto económico por un lado, además de que son vinos que estaban fuera del mercado y ahora vuelven a entrar en él, aumentando la oferta y perjudicando al precio general.

Los altos precios de los vinos, empezaron a caer cuando cayeron las exportaciones. He comentado muchas veces que los mercados internacionales no aceptan los cambios tan bruscos de precios, con subidas, en dos años de hasta un cuatrocientos por ciento y de un trescientos largo en la mayoría de las operaciones. Y China, Rusia, y hasta la misma España, volvieron sus ojos a otros mercados, Chile, Argentina, Moldavia, Sudáfrica, etc. abastecieron estos mercados, quedando España relegada casi a la nada. Y una vez que empezó a pasar esto, ya era, no previsible sino seguro, que la torta la teníamos, la caída era clara, lo que no sabíamos era cuándo. Y los mercados aguantaron más o menos bien hasta que pasaron riesgos de heladas y de mildiu. Una vez que esto pasó sin apenas perjuicio para la viña y se ve que la carga que viene es grande, ya ha sido imposible sostenerlo y se desmorona por días. Aun así, un precio de 3,30 es bueno, ojalá lo pudiéramos mantener, de momento los mercados van a la baja, ¿hasta dónde llegaran? esto es imposible de saber, por ahora el sector comprador de vinos está en su postura, es decir, comprando lo estrictamente necesario en el convencimiento de que el siguiente camión de vino que compren lo harán a la baja, a mejor precio. A esto acompaña las fechas en las que estamos, con vacaciones y que siempre para aún más el mercado, por lo que las previsiones a corto y medio plazo no son claras.

Veremos la vendimia próxima, el precio de elaboración, etc. Yo, como siempre, pido serenidad, meditación, moderación, que el precio se encuentre en ese difícil equilibrio que hay en el que tanto el agricultor, como el elaborador, embotellador y exportador tengan un precio donde nadie pierda y todos le saquen algo de beneficio, única manera de que esto funcione, que es cuando todo el mundo tiene algo de ganancia, o al menos no tiene perdidas, para poder seguir.

Y ahora tenemos ante nosotros nuevamente el reto, difícil reto, de volver a conquistar los mercados internacionales perdidos, consumidores que han dejado de consumir; en fin que quizá por querer subir demasiado deprisa la escalera, saltando de dos en dos, de tres en tres, los escalones, hemos tenido un tropiezo que nos ha hecho rodar escalera abajo. Pero siempre sabemos que nuestros empresarios, poco a poco, escalón a escalón, van a ser capaces de volver a subir, tenemos el mejor género, hay que tener un buen precio y tenemos las mejores personas, por tanto el éxito está casi, casi asegurado…

Javier Sánchez-Migallón

Director Ediciones Albandea y El Correo del Vino