Tío Pepe Estrella de los Mares

En el mes de febrero, González Byass embarcó dos medias botas de Tío Pepe Estrella de los Mares en el Buque Escuela de la Armada Juan Sebastián de Elcano.

Desde entonces  ha navegado a bordo del Juan Sebastián de Elcano, en el 94º crucero del Buque, con el que se culmina los actos conmemorativos del 500º aniversario de la primera circunnavegación del planeta.

Tras cinco meses en su aventura por aguas del Atlántico y el Mediterráneo, Tío Pepe Estrella de los Mares ha arribado al puerto de Cádiz a bordo Buque Escuela de la Armada Juan Sebastián de Elcano. De esta manera recupera la tradición marinera de enviar los vinos de Jerez en “viaje redondo”.

Las dos botas embarcadas son de amontillado, Viña AB “Estrella de los Mares”.

Siendo un vino de crianza biológica, ha experimentado una evolución que ha marcado el carácter de este Tío Pepe navegante. También, en el interior de las botas ha tenido lugar una “crianza sumergida” .

Esta evolución ha sido provocada por factores como:

• La temperatura
• Lapresión
• El vaivén continuo de las olas del mar

En otra época, estas condiciones provocaron que el valor de los vinos, conocidos como vinos “mareados” o de “ida y vuelta”, llegara a multiplicarse por cinco.

Con la llegada de los barcos de vapor, esta práctica cayó en el olvido hasta que González Byass embarcó:

• 2018, dos medias botas de XC Palo Cortado
• 2020, otras dos de Amontillado Viña AB Estrella de los Mares
• 2022 Tío Pepe

La relación de los vinos de Jerez con el mar viene de muchos años atrás, ya los fenicios introducen la vitis vinífera por la costa de Gades que luego fue la ruta para llevar nuestros vinos a todos los rincones del imperio romano.

La era de los descubrimientos fue muy relevante para Jerez, sus vinos estuvieron muy presentes en las expediciones de ultramar.

La evolución que Antonio Flores, enólogo de la Bodega, espera en este Viña AB supondrá un notable incremento de su color hacía tonos de oro más intenso y ribetes cobrizos.

Es muy posible que se produzcan leves episodios de actividad de las levaduras en lo que se conoce como crianza sumergida, lo que otorga una especial untuosidad y cierta cremosidad a los vinos.