Y que sepa trabajar en equipo…

Parece que en las últimas semanas se están reactivando ofertas para equipos directivos en marketing y/o comunicación en el mundo del vino.
No hay más que ver las ofertas que van surgiendo en los principales portales de búsqueda de empleo o incluso las noticias sectoriales, donde destaca el nombramiento en medios económicos y agroalimentarios de Álvaro Alés como nuevo Director de Marketing y Comunicación de Bodegas Barbadillo, pese a que lleva de forma externa desde hace años. Otras instituciones, como la DO Valdepeñas, también han reactivado esta posición, después de que su último inquilino abandonara el barco ante la falta de actividad por la paralización de los presupuestos, debido a las altas tensiones entre los sectores.
Incluso han aparecido portales temáticos como “Vinoempleo”, que se suma a lo que ya puede verse en Infojobs o en la aplicación específica que acaba de poner a disposición de sus usuarios “Linkedin”, que sigue siendo la mejor forma de poner en contacto al conjunto de profesionales o para intentar desarrollar acciones de B2B (Business to Business) para potenciar las ventas en un determinado sector, apoyándose en foros específicos sobre exportación o determinados productos a comercializar.
Esta actividad, aquellos que, como yo, hemos participado en media decena de procesos de grandes firmas como finalista, la notamos también a la hora de chequear quién ve nuestro perfil, puesto que muchos consultores lo hacen de forma anónima para no levantar sospechas. Pero, incluso cuando eres más o menos conocido, al final acabas enterándote en primera persona, porque te llaman personas influyentes en el sector para comentarte que te han pedido referencias de tal o cual empresa. Esto creo que sí es un síntoma que denota “brotes verdes” y movimientos en un sector que depende mucho en su crecimiento de que sepan sumar profesionales de marketing y/o comunicación, sobre todo para intentar implicar a los jóvenes mayores de edad en el consumo moderado de vino.
No olvidéis que ahora todo lo que hacemos deja huella y los profesionales de recursos humanos bucean en todo lo que haces, al margen de las referencias que buscan en tus antiguos empleadores o personas con las que te relacionabas habitualmente.
La verdad es que, afortunadamente, he abandonado este deporte de la búsqueda activa, pero no deja de ser una farándula en la que unos consultores se ven obligados a presentar a las empresas un número determinado de candidatos, a pesar de que, como en todo, tengan a sus favoritos, algo que se nota cuando se reporta sobre las entrevistas. Por lo anterior, en un momento dado, opten tan sólo por atender a las llamadas directas de las bodegas, porque antes de nada creo que deben probar los proyectos o las trayectorias de las firmas que reclaman profesionales.
Yo que he tenido la suerte de trabajar en una bodega multinacional durante 6 años. Aún recuerdo cómo me sorprendía por la propia disposición de las mesas, a modo de quesitos del trivial, y donde para hablar con un compañero había que enviarle un mail por dos motivos: porque así quedaba constancia de lo que solicitabas y para que no pudiera decir que no se había dado por enterado.
Con todo lo demás, al margen de una formación, una titulación, un máster, el inglés y otras aptitudes, se valoran especialmente las actitudes, la forma de resolver problemas y de actuar en situaciones de crisis, que tengas un perfil optimista y que sumes en un departamento concreto.
Por eso, a modo de cierre, parafraseando a la comedia romántica titulada “Y que le gusten los perros”, creo que es muy importante que sepa trabajar en equipo, que no tenga problemas de egos o de figurar y que sea agradable trabajar con ese candidato, más allá de que tenga que ser “adiestrado” para resolver con éxito una visita guiada o una cata comentada.
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José Luis Martínez Díaz
Licenciado en CC. de la Información, miembro de la AEPEV y de la FIJEV.
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