Vendimia en verde, una oportunidad de equilibrar mercado
La vendimia en verde no es una práctica nueva ni en España ni en ninguna zona vitivinícola. Eso sí, este año tiene un componente que la hace especial, ya que el Ministerio de Agricultura, en colaboración con las Administraciones de las Comunidades Autónomas, la ha puesto en marcha, con un montante máximo de 15 millones de euros, para hacer frente a un mercado que puede incrementar sus existencias almacenadas si se confirma una gran cosecha en los mayores productores de la Vieja Europa.
La vendimia en verde se utiliza habitualmente como instrumento de selección de calidad para los mejores vinos en todo el mundo. Es decir, se eliminan parte de los pámpanos, yemas o racimos, según la época del año, que tiene la cepa para que los frutos proliferen, puedan desarrollarse mejor y ofrecer un resultado de mayor calidad.
En esta ocasión, en otros países ya se ha realizado en diversas campañas con fondos comunitarios y/o nacionales, la vendimia en verde atañe a la totalidad de las parcelas señaladas y se establece un precio del 60% del valor de la uva de las últimas campañas, lo que lleva a pagos tan desiguales como los 4.700 euros por hectárea en Ribera del Duero; los 3.820 euros por hectárea de La Rioja; los 3.500 euros de Rueda o los 1.207,46 euros de La Mancha. La condición, eso sí, es que las parcelas estén adscritas a una denominación de origen protegida.
Los solicitantes, además, tienen derecho a un pago por la mano de obra empleada en la eliminación de los racimos, que puede realizarse de forma manual, mecánica o química. Estas ayudas son también bastante diversas y pueden ir desde los 300 a los 1.200 euros por hectárea.
Como era previsible, zonas como Castilla-La Mancha, que producen alrededor del 50% del vino nacional, son las más interesadas en eliminar excedentes, tanto desde la práctica de la vendimia en verde, la destilación para elaboración de alcohol sanitario, que lleva aparejadas ayudas hasta 65 millones de euros y el almacenamiento privado durante varios meses.
La primera impresión es que España va a tener este año una cosecha muy importante en unos momentos en que el mercado está ralentizado como consecuencia de los efectos de la pandemia del coronavirus. Parece, eso sí, que el hemisferio sur ha disminuido su cosecha al menos un 10%, que Francia presenta una cosecha irregular, aunque tendente al alza, y que Italia, igual que España, espera uva en cantidad.
En este contexto, bienvenidas sean todas las medidas tendentes a minimizar los efectos económicos de la pandemia y la ralentización del comercio internacional y a estimular las ventas.
Periodista. Miembro de AEPEV y FIJEV
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Lo que es urgente es que las Denominaciones de Origen garanticen vinos con personalidad propia y dejen de admitir imitaciones de vinos franceses, como sucede con la DO Cava.