Vale más lo que uno sabe que lo que hace

Andan revueltos los tiempos para muchos profesionales del sector vitivinícola. Se han visto obligados a reinventarse o a seguir sin actividad, teniendo en cuenta que muchas bodegas han dejado de contar directamente con personal que desarrolle el campo del marketing y la comunicación. Es época de externalizar servicios, de trabajar en net-working y de hacer partners y socios de todo tipo, con iniciativas win to win para que todos ganemos.

Seis finales después de procesos de selección en grandes bodegas, invirtiendo mucho tiempo y dinero -muchas veces las propias bodegas no saben qué es lo que quieren- y tras un tiempo dedicado a otro tipo de “crianza” -la de mis dos niños- toca remangarse y poner a disposición de quien quiera mis conocimientos. Porque no hay que quebrarse. Se nos debería pagar por lo que sabemos, más que por lo que hacemos, porque muchos hemos tratado de sembrar durante un tiempo haciendo todo tipo de proyectos, que, en ocasiones, se desarrollan porque tú les has dado la idea.

Desgraciadamente, muchos profesionales trabajan gratis o casi gratis. Y de esta forma no se va a ningún lado. Ni lamentándose eternamente porque una vez tuviste tu trabajo ideal y aún no sabes por qué lo perdiste. En mi caso, aunque llevo más de 80 artículos sectoriales en esta tribuna y apenas he hablado expresamente de cuestiones personales, he decidido crear, junto a un equipo de profesionales, una empresa de Marketing y Comunicación, Turismo Gastronómico, Apoyo a la Comercialización y Gestión de Subvenciones, porque veo que puedo plasmar mucho de todo el recorrido y la expertise que he ido acaparando durante mis más de 15 años en este sector.

ENVERO

A esta iniciativa de servicios plenos de Comunicación y Marketing, que no es una agencia al uso y que tampoco aborda temas muy específicos de e-commerce, la hemos llamado ENVERO, que es el momento en el que las uvas empiezan a colorearse para adoptar su tinte definitivo. Un proyecto que habíamos ido madurando durante mucho tiempo y que trata de sumar en ese universo de más de 6.000 bodegas, 20.000 marcas de vino y del resto de compañías agroalimentarias.

Es época, por tanto, de tratar de recoger todo el trabajo sembrado desde hace meses y de poner en marcha muchas ideas que he compartido sobre Marketing y Comunicación en bodegas desde esta misma columna, en el convencimiento de que, más que por lo que hacemos, deberíamos cobrar por lo que sabemos, aunque a veces sea difícil explicar el motivo de diferentes decisiones. Y es que la experiencia que uno tiene y que ha desarrollado a lo largo del tiempo ha de ser su principal aval en cualquier iniciativa laboral y/o empresarial. De ahí que haya que eludir a todo tipo de listos que en el sector se tratan de aprovechar de la situación, apropiándose de tus contactos, no respetando las mínimas reglas del juego comerciales o desarrollando por sí mismo proyectos que en alguna ocasión les has planteado. Claro que en este mundo a los piratas hay que llamarlos por su nombre. Y, una vez más, a pesar de lo desesperada que sea vuestra situación, no trabajéis en balde. No os estaréis haciendo ningún favor ni a vosotros mismos ni a todos los profesionales con los que trabajan en tu sector.

Disculpad, de nuevo, que haya ejemplificado la situación en primera persona en este artículo y espero seguir compartiendo mi expertise en este foro semanalmente, como llevo haciendo desde hace casi tres años.

José Luis Martínez Díaz Licenciado en CC. de la Información, miembro de la AEPEV y de la FIJEV. Artículos Relacionados