Utiel-Requena: entre bobales

La uva bobal fue la protagonista indiscutible entre los vinos ofrecidos por las 16 bodegas pertenecientes a la Denominación de Origen Utiel Requena, que este lunes se daban cita en el II Salón de Vinos de la DO Utiel-Requena, en Madrid.
La bobal sólo se cultiva en las zonas de Utiel-Requena y Manchuela, aunque en cifras, sea la segunda uva tinta en términos de producción en España. La Denominación de Origen Utiel-Requena, situada en Valencia, a 65 km del mar, en la frontera con Castilla-La Mancha, históricamente se dedicó al granel, pero ahora está apostando por crear vinos con nombre propio. Vinos sin tanta tanicidad y con una buena relación calidad-precio, de colores granates, picotas, todos de gran intensidad, con aromas a frutos rojos y toques especiados, con un paso por boca elegante y persistente si se ha trabajado bien.
La bobal, una uva utilizada para mejorar, entre otras cosas, el color de otros vinos, muestra todo su potencial en solitario a través de vinos 100% bobal. Rosados, tintos y hasta espumosos y dulces, una amplia variedad con la que conocer a fondo esta uva.
Bodega Bobal deSanjuan, que elabora sus vinos 100% bobal a partir de viñas viejas, ofrecía su rosado 2014, un vino que “hace prácticamente un mes era uva”, ahora se manifestaba en copa a través de aromas a chuchería, a gominola de fresa, casi a infancia, con un intenso color frambuesa, que no perdía fuerza en boca. Y a través de sus tintos Bobal deSanjuan 2012 y 2013, y Clos deSanjuan 2011 y 2012 (de viñas seleccionadas y con paso por barrica), se podía apreciar la redondez que el vino tomaba con el paso del tiempo.
Cerrogallina sólo presentaba un vino, Cerrogallina 2011, el único que hacen, por “filosofía de la bodega”. O por lo menos, el único por añada. A partir de cepas viejas , realizan su bobal, con 18 meses en barrica más 7 meses, como mínimo, de botella. Un vino que acariciaba el paladar, con fuerte aroma a frutos rojos. Probar sus añadas anteriores probablemente será una apuesta segura.
Por su parte, Bodega Sierra Norte tenía, entre otros vinos, Pasión de Bobal Rosado, con toques de fresa, muy sutil en boca, y Pasión de Bobal Tinto, elaborado con uvas de viñas sexagenarias, cuyo resultado era un vino goloso, bien redondeado y muy sedoso en boca.
También se podía probar un bobal espumoso, como el Tharsys Único, de Pago de Tharsys, con toques a miel y flores en nariz, de burbuja predominante, fuera de la DO Cava, como otras de las elaboraciones de esta bodega, por no cumplir con la variedad de la uva que exige la DO. Aunque no deja de ser una oportunidad para ver otra de las posibilidades de la bobal.
Otras curiosidades las ofrecía Bodegas Cueva, con vinos naturales y artesanos. Si bien su único 100% bobal era Elixir de Bobal 2013, un tinto dulce muy suave con aromas a toffe muy agradables, también sorprendía con su espumoso Rossatto By Mariano 2013, de uva bobal y tardana, con un llamativo aroma a uva tinta, o con su Cueva By Mariano 2013, de bobal y garnacha, un tinto con toques tostados y aromas totalmente diferentes al resto de bobales catados.
Un salón para demostrar la versatilidad de una sola uva, para apreciar sus características pero también sus peculiaridades según la forma de elaboración. Para conocer más sobre nuestras uvas, salir de la monotonía, refrescar paladares y, por qué no, crear nuevas tendencias.
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Susana Molina
Periodista
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Periodista especializada en el sector del vino.
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