¿Rectificar o matizar?
Cuando alguien se equivoca en público ninguna de las dos alternativas es buena, pero la segunda siempre es peor.
Todos tenemos derecho a equivocarnos, a veces la buena fe nos puede jugar una mala pasada y hay que solucionarlo en lo posible. El pasado día 23 de marzo la Federación Española de Asociaciones de Enólogos publicó una escueta nota sobre vino y el coronavirus COVID-19 que parece totalmente inocua y sin nada que objetar salvo el último punto, donde se afirma que el consumo del vino contribuye a una mejor higiene de la cavidad bucal y la faringe, que es donde anidan los virus. Una afirmación que deja vía libre a ciertos personajes. Entra las personas que pueden leer estos mensajes hay de todo: bobos, malpensados, aprovechados, analfabetos en cuestiones de vino y salud, listillos de pocas luces y desaprensivos de toda calaña. En estos tiempos de confinamiento y redes sociales hay que ponerse en lo peor. Basta con dos ejemplos, un vídeo que ha estado circulando por WhatsApp durante la Semana Santa, en el que se recoge punto por punto la nota de la FEAE; y una foto asquerosa “pescada” en Twitter, que bien le valió un rapapolvo virtual.
Tras este jaleo la FEAE emitió otro comunicado de “aclaración” más extenso, con excusas, a la defensiva y amparándose en la Unión Internacional de Enólogos. Ya era tarde, el daño estaba hecho y su aclaración sonó a excusa de mal pagador. A la gente nos gusta el morbo: ha sido mucho más viral la primera comunicación, con creación de vídeos y demás materiales audiovisuales incluidos, que el comunicado en el que se intentan aclarar los datos.
Si rectificar es de sabios, matizar y justificarse no lo es tanto. Imagino que en la FEAE habrá alguien que les asesore en temas de comunicación, no lo sé. Si no es así, ya están tardado.
Consultor y enólogo
Enólogo que escribe a ratos sobre los temas de los que sabe algo, o eso creo.
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