Reacciones virales

Sólo basta con encender la mecha y las redes sociales propagarán mensajes nocivos para nuestra empresa o institución de forma viral y masiva. De esto entendemos mucho en el sector del vino, donde no se nos olvida el “boicot al Cava catalán”, que tanto daño ha hecho y sigue haciendo a los principales operadores del mercado, o las lesivas reacciones en contra de una conocida bodega española por las declaraciones de la esposa de su presidente de hace tan sólo unos días.
Con las desafortunadas declaraciones de la Presidenta del Círculo de Empresarios, en las que aconsejaba la contratación de mujeres mayores de 45 o menores de 25, por el riesgo de embarazo propio de esas franjas de edad, han surgido mensajes en redes sociales animando a boicotear a la bodega de su marido.
Porque otra cosa no, pero hoy en día, está toda la información en la red y se llega hasta el fondo en todo, hasta el punto que se critica fervientemente que esta mujer hable tan alegremente de esto teniendo seis hijos. En las “plataformas” que desaconsejan el consumo de vino de esta bodega han colocado un enlace de El Confidencial de 2002 en el que aparecen las relaciones profesionales y personales de esta persona, cuyo nombre omito, porque no es lo verdaderamente importante.
Desgraciadamente, a toro pasado, no queda mucho por hacer para atajar una crisis de reputación que se podría haber evitado sin unas manifestaciones tan “machistas”, porque nadie evita las 419 veces que se había rebotado la recomendación del boicot a los vinos de la bodega en cuestión, en una sola red social. El efecto “bola de nieve” hace que lo que se inicia en un simple comentario crezca y crezca y amenace en la línea de flotación a una de las marcas nacionales de vino más importantes.
Al ser cuestiones del ámbito privado, es difícil que se den aclaraciones o disculpas, al no tratarse directamente de directivos, dado que, en ese caso, sí que tendrían que haber matizado y haber pedido disculpas, que casi siempre es mejor que no decir nada.
Lo que está claro es que en nuestra actual sociedad estamos deseando comunicar y criticar, incluso antes de entrar en un evento, donde estamos más preocupados por hacernos un selfie y porque nuestros amigos en Facebook adivinen dónde estamos que en guardar la cola, tal y como pude ver la semana pasada en el Salón de los Mejores Vinos de Peñín, que, por cierto, estuvo bastante bien.
A VUELTAS CON LIDL
Mientras tanto, y cambiando de tercio, parece que Lidl queda como un “Robin Hood” ante las dos bodegas que denunciaron técnicas de dumping -vender por debajo del precio de compra-, al tiempo que las patronales del vino no ofrecen ninguna postura oficial ante las quejas de Protos y Marqués de Cáceres, firmas que hace sólo una decena de años hubieran renegado de tener sus vinos en las estanterías de la cadena citada. Algún día hablaré de las difíciles y necesarias relaciones que han de tener las principales bodegas españolas con las grandes cadenas de distribución, que hacen y deshacen casi a su antojo, algo por lo que el control del PVP es crucial para que no se enojen viendo los vinos más baratos en los folletos de la competencia.
Una vez más, ante posibles crisis de reputación y comunicación que pudiéramos tener en nuestro día a día, hay que ser coherente y consecuente con todo aquello que digamos o hagamos y recordar a modo casi de religión que “la esposa del César no sólo debe ser honrada, sino parecerlo”.
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José Luis Martínez Díaz
Licenciado en CC. de la Información, miembro de la AEPEV y de la FIJEV.
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