Nos deja Pascual
Conocí a Pascual Herrera en los Premios Arribe, organizado por la Ruta Internacional VinDouro. A primera vista tenía aspecto de hombre bonachón con un característico bigote. No tenía aspecto de señor, sino de señorito. Debía de ser alguien medianamente conocido porque se relacionaba con mucha gente. En una de esas me dijeron que él había organizado los premios Zarcillo.
Durante una época, en la que yo no sabía nada de vinos (tampoco es que sepa mucho ahora), al comprar un vino me guiaba bastante por la medalla de los Zarcillo. Ese primer año que le conocí, apenas tuve oportunidad de entablar conversación con él.
Al año siguiente nos volvimos a encontrar, pero esta vez sí que hablamos más. Además de hablar de los vinos de Cigales, hablaba de muchísimos vinos. Se notaba su pasión por el vino cuando hablaba. Otro año ya tuve la oportunidad de conocer a su hijo Manuel, quien hace unos vinos (Finca Herrera) muy buenos tanto en Madrid como en Cigales. Y así durante varios años cada vez que nos veíamos de nuevo, suponía una alegría.
Este último año Pascual me animó a que fuese a más concursos internacionales. Para él, buena parte de su tiempo lo invertía viajando de concurso en concurso. Era algo que le gustaba. Y me recomendaba que yo también lo hiciese. Ahora se ha ido, pero a todos los que le conocimos nos ha dejado un legado y muchas historias de vinos detrás.
Te vas, pero no de nuestra memoria.
Licenciado en Enología.
Master en Dirección de Marketing y Ventas.
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