La cumbre mundial de la Cospedal

Está el sector del vino en Castilla-La Mancha más cargado que un camión de muebles, tras el anuncio de María Dolores de Cospedal de albergar una Cumbre Mundial del Vino en la región.

Pronto han surgido recelos por parte de las filas socialistas como promotores de la Feria Nacional del Vino (FENAVIN) de Ciudad Real, evento con el que entienden que el sector del vino regional está ampliamente representado en todos los ámbitos, al haber conseguido situarse como la feria monográfica de vinos más importante de España y una de las citas obligadas para bodegas de todo el mundo.

Particularmente, no creo que una Cumbre Mundial sea algo prioritario, teniendo en cuenta que estos foros suelen ser, desgraciadamente, demasiado elitistas, como diferentes jornadas que se han materializado en nuestro país y entiendo que primero habría que insistir en la promoción de las denominaciones de origen vinícolas de Castilla-La Mancha y en otros muchos aspectos. Seguramente, daría que hablar y podría ser muy positivo, pero en un listado de prioridades no estaría en el primer lugar. Tampoco se han aportado muchos más datos explicando en qué consistiría este evento, sólo que se quiere poner en valor a los vinos de la comunidad autónoma y situarlos en el lugar en el que se merecen en el mundo.

Desde la Administración Regional deberían estudiar concienzudamente, por ejemplo, las causas de por qué Castilla-La Mancha es la región con menor consumo de vino en nuestro país, a pesar de acaparar más de la mitad de la producción nacional; por qué no hay una gran conciencia de Cultura del Vino; o por qué no se apuesta de forma aún más clara por el Enoturismo.

El mensaje de la Cospedal ha funcionado, sólo en parte, y el Presidente de Globalcaja en Ciudad Real, Luis Díaz Zarco, ya se ha adelantado a apoyar esta iniciativa, que pretende recabar el apoyo de todo el conjunto del sector -viticultores, enólogos, denominaciones de origen, bodegueros, hosteleros, prensa especializada y profesionales del Marketing-. Y digo que sólo en parte, porque se ha politizado demasiado una idea para rellenar un vacío que ha ido llenando FENAVIN, aunque haya sido en sus Jornadas Técnicas. Habrá que ver si se pronuncian ahora los principales bodegueros o el resto de colectivos del vino en Castilla-La Mancha.

Nadie puede negar que FENAVIN fue una idea que se materializó en 2001 y sobre la que nadie apostaba inicialmente, hasta el punto de ser una de las cinco ferias europeas del mercado del vino de referencia. También es verdad que contaba con el fuerte respaldo económico de la Diputación Provincial de Ciudad Real, que propició una de sus principales virtudes: ofrecer el espacio a los expositores a un precio muy económico en relación a otros importantes eventos feriales.

Otra cuestión es que el recinto ferial de Ciudad Real se haya quedado pequeño para FENAVIN y que la crisis haya frenado de lleno el nuevo pabellón proyectado en la vecina localidad de Miguelturra.

También es cierto que, por muy importantes que sean las Jornadas Técnicas de cualquier evento, tiene que haber cierto contrapeso para no restarle protagonismo a la parte expositora y de negocios, que es la que realmente importa, cuando hablamos de ferias profesionales.

Lo que no es bueno para nadie es que se politicen tanto este tipo de acciones y entremos en este tipo de grescas pueriles, porque, como en todo, la verdad es relativa y no es patrimonio tan sólo de una de las dos partes. Lo demás son posiciones de fuerza y en ese caso Cospedal tiene al primo de Zumosol a su lado…