‘Hay evidencias científicas para no tener que retirar el consumo moderado de vino a pacientes con problemas cardiovasculares’
El encuentro A tu Salud, organizado por Marqués de Murrieta el 6 de febrero en Madrid, reunió a personalidades de diferentes áreas, externas al mundo del vino, como la cardiología, la hematología, la dermatología, la salud pública y el deporte. Un foro que intentaba desterrar miedos y falsas creencias en torno al consumo del vino, siempre dentro de la moderación y con especial hincapié en los hábitos de vida saludable, como “el patrón mediterráneo”.
La idea que impulsó la creación de este foro fue “concienciar sobre los beneficios que puede tener el consumo moderado de vino en nuestra salud”, declaraba Vicente Cebrián, presidente y propietario de Marqués de Murrieta, al abrir la sesión. Pero no sólo desde un punto de vista médico, sino también desde un punto de vista de hábitos de forma de vida saludable, porque, puntualizaba “el vino tiene alcohol, pero no nos podemos ceñir sólo a ese aspecto, también es cultura, arte, bienestar…”. Por eso, en esta primera edición, contaron con representantes de la medicina y la investigación, que expusieron sus conocimientos, pero también con un deportista de élite, como el tenista Feliciano López, que pudo compartir su experiencia personal.
López comenzaba su intervención declarando: “un deportista de élite puede tomar vino de forma moderada”. Además, afirmaba en este foro que sus mejores años de rendimiento deportivo habían coincidido con la época de su vida en la que había empezado a interesarse por el mundo del vino, de los 30 a los 35 años.
El tenista, tuvo contacto con la viña desde pequeño “siempre veía cómo mis abuelos llevaban vino a la cooperativa”, pero no fue hasta los 23, cuando empezó a entrenarle Albert Costa, quien también le introdujo en el mundo del vino, cuando comenzó a consumirlo. Con el tiempo, empezó a probar más tipos de vino y vio que su consumo moderado no afectaba a su rendimiento.
“Cuando empecé mi carrera deportiva siempre escuchaba que cualquier tipo de alcohol era malo, sin embargo, cuando cumplí 30 y quise prolongar mis años como tenista profesional, consulté a nutricionistas y me aconsejaron seguir la dieta mediterránea” afirma. De su dieta desaparecieron productos como los refrescos de cola o los alimentos procesados, y comenzó a tomar vino de forma moderada.
“Un deportista de élite puede tomar vino de forma moderada”, Feliciano López, tenista.
Precisamente en los hábitos de consumo que rodean a la dieta mediterránea se centraban los resultados obtenidos en la investigación realizada por el doctor Alfredo Gea, impulsor de PREDIMED (Prevención con Dieta Mediterránea, http://www.predimed.es). En los estudios que realizan sobre la incidencia del consumo de vino en la mortalidad, tienen en cuenta los hábitos de consumo en torno al vino.
“No se trata de beber o no beber, sino de cómo se hace. El vino dentro de los países con dieta mediterránea se consume con comida, en compañía, en una mesa… y el vino forma parte de la dieta. Sin embargo, en otros países se consume en solitario, buscando la embriaguez”, explica Gea. Tras el estudio se ha observado que el “consumo mediterráneo” de vino se hace comiendo, y este hábito hace que el riesgo de mortalidad por consumo de alcohol disminuya.
Por este motivo, desde PREDIMED proponen que “los estudios no se fijen sólo en la cantidad ingerida, sino en el resto de los factores que se dan en torno a ese consumo, ya que el consumo de vino según el patrón mediterráneo disminuye el riesgo de mortalidad”.
“Los estudios sobre el consumo de vino no debería fijarse sólo en la cantidad ingerida, sino en el resto de los factores que se dan en torno a ese consumo, ya que el consumo de vino según el patrón mediterráneo disminuye el riesgo de mortalidad”, doctor Alfredo Gea (PREDIMED).
El doctor Carlos Macaya, jefe de la unidad de Cirugía del Servicio de Cardiología del Hospital de la Milagrosa (Madrid), recalcaba el problema de muchos estudios sobre el consumo de vino en relación a la salud: “cuando hablamos del vino, hablamos de alcohol, y eso hace que se contaminen muchos estudios”.
Sin embargo, explicaba que “el vino aporta una serie de beneficios para prevenir problemas cardiovasculares: es antiinflamatorio, antioxidante, vasodilatador…”. Datos interesantes, teniendo en cuenta que la primera causa de muerte en España, con un 28%, son las enfermedades cardiovasculares.
Por supuesto, los especialistas siempre recalcan la importancia de la moderación, pues, como ya es sabido y aceptado desde hace años, el efecto sobre la salud del consumo de diferentes cantidades de alcohol se refleja en la gráfica con una figura de “J”, es decir, que hasta un punto el consumo de alcohol no es malo, pero cuando excede determinada cantidad, deja de tener posibles beneficios, para tener contraindicaciones sobre la salud.
“La comunidad científica no puede recomendar el consumo de vino, por su contenido alcohólico, pero hay evidencias científicas para no tener que retirar su consumo moderado a los pacientes con problemas cardiovasculares. Aunque tenemos que ser cautos. Debemos analizar a cada individuo y no generalizar” exponía el doctor Macaya.
“La comunidad científica no puede recomendar el consumo de vino, por su contenido alcohólico, pero hay evidencias científicas para no tener que retirar su consumo moderado a los pacientes con problemas cardiovasculares. Aunque tenemos que ser cautos. Debemos analizar a cada individuo y no generalizar” doctor Carlos Macaya, cardiólogo.
Una opinión de cautela con la que coincidía el doctor José Luis Díez Martín, jefe de hematología del Instituto de Investigación Sanitaria Gregorio Marañón (ISGM), en Madrid. Y puntualizaba en cuanto a la cantidad ingerida de vino: “Siempre debemos hablar de consumo moderado, entre 200 y 400 ml al día en hombres, y de unos 200 ml en mujeres, porque no acetilan bien”.
Además, aportaba otros beneficios del consumo de vino sobre la sangre. Como por ejemplo su contenido en hierro (0,5 mg por cada 100 ml de vino), necesario para facilitar el transporte de oxígeno, a través de los glóbulos rojos. Aunque, bromeaba: “no nos va a curar la anemia”.
También explicó cómo su consumo inhibe la producción de placas de ateromas, causantes de los trombos, además de disminuir la incidencia de los tumores hematológicos. A pesar de estos beneficios, admitía que de momento es difícil explicarlos con mayor profundidad y una base científica sólida porque “faltan estudios aleatorizados sobre el uso beneficioso del consumo de alcohol, ya que, hasta el momento, se han demostrado más efectos negativos”.
Pero no sólo se expusieron los beneficios del consumo de vino en la salud. Ciertos componentes también tienen una aplicación tópica, tal y como explicó Laura Muga, creadora de Uvas Felices, la primera línea de cosmética 100% ecológica a partir de uvas, en base a los beneficios del resveratrol.
Muga resaltó dos principios activos de la uva a nivel cosmético: el resveratrol, un tipo de polifenol que actúa contra los radicales libres; y el aceite de pepita de uva, antioxidante y ralentizador del envejecimiento celular. Y resaltó: “el resveratrol ecológico es más potente que el que no lo es y aún más efectivo el que se obtiene de la viña”.
Cebrián cerraba la jornada con una reflexión que resumía los puntos clave del encuentro y que abrían la posibilidad a futuras temáticas de este foro: “hay que educar a la gente en el equilibrio a la hora de consumir vino, porque cuando hay equilibrio hay belleza”.
Esta primera Jornada “A tu salud” puso sobre la mesa, tanto desde el punto de vista profesional y médico, como desde el estilo de vida, los beneficios del consumo de vino moderado sobre la salud, remarcando la importancia del hábito de consumo, así como la influencia del “patrón mediterráneo de consumo” en esos beneficios.
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Susana Molina
Periodista
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Periodista especializada en el sector del vino.
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