El vino espumoso sube hasta el 21% de las exportaciones mundiales

Las exportaciones mundiales de vino espumoso alcanzaron durante 2019 la cifra de 6.538,3 millones de euros, según datos recopilados, estabulados y analizados por el Observatorio Español del Mercado del Vino, lo que supone el 20,7% del total mundial en valor, mientras que el volumen llegó a los 9,19 millones de hectolitros, que suponen el 9% del total exportado.

Estas cifras contrastan con las que se daban en el año 2000 con unas ventas exteriores de 3,3 millones de hectolitros (5,2% de las exportaciones) por importe de 2.329 millones de euros, que suponen el 17% del total de ingresos. Sin embargo, el precio medio ha bajado de los 7,44 euros de 2000 a los 7,12 euros actuales como consecuencia de la pérdida de protagonismo del champán y del éxito de otras bebidas como el prosecco o el cava, más baratos, versátiles y competitivos.

Italia exportó, durante 2019, 4,16 millones de hectolitros de vino espumoso por importe de 1.583 millones de euros.

Las mayores exportaciones durante 2019 correspondieron a Italia con 4,16 millones de hectolitros por importe de 1.583 millones de euros, seguido de Francia con 1,95 millones de hectolitros por valor de 3.444 millones de euros y de España con 1,78 millones de hectolitros por un total de 445 millones de euros. Entre los tres acaparan el 85% de las exportaciones en volumen y casi el 84% en valor. Solo Italia alcanza el 45% de las ventas por el 21,5% de Francia y el 19,5% de España.

Tras ellos, ya muy lejos se sitúan Alemania con 0,31 millones de hectolitros (3,5% del total) por 120 millones de euros, y Australia con 0,10 millones de hectolitros (1% del total) por 38,5 millones de euros.

Según datos de la OIV, a 2018, en el mundo se produjeron más de 20 millones de vino espumoso: Italia representó el 27% del total, Francia el 22% y España el 11%.

La importancia del vino espumoso es tal que la Organización Internacional de la Viña y el Vino (OIV), organismo que dirige el español, Pau Roca, ha presentado un estudio, eso sí cerrado a 2018, en el que resalta el avance de un sector que produce ya en el mundo más de 20 millones de hectolitros, con un incremento del 57% desde el año 2002. Según estos datos, Italia, con 5,3 millones de hectolitros y un 27% del total, encabeza la clasificación de productores; por delante de Francia, con 4,4 millones de hectolitros y un 22%; Alemania con 2,8 millones de hectolitros y un 14%; España con 2,1 millones de hectolitros y un 11% y Estados Unidos, con 1,3 millones y un 6%.

El consumo de espumoso, según la OIV, lo encabeza Alemania con 3,2 millones de hectolitros (17%), seguido de Francia y Estados Unidos con 2,6 millones de hectolitros en cada caso (14%), Rusia e Italia con 1,6 millones de hectolitros cada uno de ellos (9%), se sitúan a continuación, mientras Reino Unido, con 1,5 millones de hectolitros supone el 8%.  Entre los seis acaparan el 71% de la producción total.

Alemania está a la cabeza del consumo mundial de vino espumoso, seguido de Francia, EE. UU., Rusia, Italia y Reino Unido. En conjunto estos seis países acaparan el 71% de la producción mundial.

Otros consumidores emergentes que se han decantado por el espumoso son Australia con 0,8 millones de hectolitros, Japón con 0,4 millones, Argentina con 0,32 millones, Brasil con 0,27 millones y Suecia con 0,22 millones de hectolitros. Los principales importadores son Reino Unido y Estados Unidos con 1,4 millones de hectolitros, por delante de Alemania con 0,7 millones; Bélgica, Rusia y Japón con 0,4 millones de hectolitros en cada caso y Francia con 0,3 millones de hectolitros. El vino espumoso está de moda y existe, cada vez más, una amplia demanda entre los nuevos consumidores.

José Luis Murcia

Periodista. Miembro de AEPEV y  FIJEV