El marketing, vino y salud
Hace pocas fechas la Plataforma Tecnológica del Vino organizó la Jornada “Vino y Salud” para exponer los últimos avances en este campo de investigación y sobre aplicaciones alternativas del vino y sus subproductos.
El aula Romeros de la Facultad de Derecho de la Universidad de Burgos fue el impresionante marco para la jornada. El complejo y lo acertado de su rehabilitación merece la pena visitarse. Pero lo que importa es la jornada en sí. El programa, el resumen de prensa y buena parte de las ponencias están disponibles en el web de la PTV, así que no es necesario extenderse demasiado.
La verdad es que se disertó mucho y bien sobre dieta mediterránea, y sobre el paso por el aparato digestivo del vino y cómo sus componentes se degradan y actúan de manera positiva en la salud, siempre con los mantras de “consumo responsable” y “moderación”. No tengo capacidad de juicio sobre esas ponencias que, en mi opinión, serían más efectivas en una charla en un Colegio Oficial de Médicos. Primera mención al marketing: el target o sea los prescriptores, en esta caso auténticos, que deben ser convencidos de las bondades del vino con argumentos científicos.
Otro bloque trataba sobre innovación y diversificación, menos centrado en la salud propiamente dicha, e incluyendo a los subproductos, puso de manifiesto las posibilidades extraer de la uva y del vino productos bioactivos, sustitutivos de los aditivos habituales en la cocina y no demasiados saludables, como la sal, y las posibilidades en cosmética y alimentación. Todo esto completado con ejemplos de colaboración entre centros tecnológicos, universidades y bodegas y, por supuesto, con las posibilidades de financiación por el CDTI completó un vistazo general a las potencialidades que el sector tiene. Segunda mención al marketing: diversificación es decir la apertura a nuevos productos y mercados.
He dejado para el final el bloque sobre “Consumo responsable, comunicación y entorno jurídico”. Aquí Mª Isabel Mijares comenzó diciendo que en los 50 mejores restaurantes del mundo entre los que hay seis españoles –tres en el top ten– sólo están presentes dos vinos españoles. Esto nos da una idea del posicionamiento, mediocre, de los vinos españoles: tercera mención al marketing. La cuarta mención viene de su crítica a la comunicación –publicity– argumentó con razón que se comunica poco y mal, sobre todo en lo referente a los jóvenes. Las bodegas, en general, suelen mandar notas de prensa cuando obtienen una buena nota de algún gurú o ganan alguna medalla, demasiado poco y demasiado pobre. Es paradójico que tras los esfuerzos y las brillantes catas de EnoFusión y Madrid Fusión, al final lo más comentado sobre el vino hayan sido las extravagancias de un cocinero loco o genial.
Susana García, Vice-Secretaria General de la Federación Española del Vino se extendió sobre la campaña “Quien sabe beber, sabe vivir”. Quinta mención al marketing: publicidad, comunicación pagada con el fin de informar y persuadir. Por mucho que se intenten presentar 700.000 impactos y defender esta campaña, sólo tiene dos puntos a su favor: el primero que se ha realizado y el segundo su eslogan. Y no parece poco tal y como está el patio; en alguna escuela de negocios, al abordar la publicidad, el único ejemplo de bodegas aparece como negativo. Otro punto que el sector necesita mejorar de manera urgente.
Permanentemente se estuvo hablando de producto desde un concepto muy amplio, como se comentaba más arriba, y ahí parece que no se va tan mal. Pero hay algo más que falla: la distribución que no permite llegar al consumidor en el lugar y momento adecuados. Unos vinos llegan pasados de rosca, otros se consumen antes de su plenitud y otros ni llegan.
Toda información en positivo sobre el vino es buena, pero la inmensa mayoría bebemos por que nos gusta, sólo con convencernos de que no perjudica sería suficiente. El arsenal científico presentado debería enfocarse a los profesionales de la salud y las autoridades nacionales y europeas, si a esto le añadimos la Encuesta Nacional de Salud en España sobran argumentos.
Total que uno va a una jornada de salud y sale con los conceptos de marketing refrescados, lo que no es mala cosa.
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Químico Industrial y Enólogo
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Consultor y enólogo
Enólogo que escribe a ratos sobre los temas de los que sabe algo, o eso creo.
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