El Banco del Vino

En tiempos de crisis, los inversores buscan salidas novedosas y seguras para el dinero y el vino es un valor en alza que crece cada día más.

Al influjo de esta moda, han surgido empresas como ARVI, con sede en Suiza y en Hong Kong, que mantienen abiertas diferentes líneas de negocio, incluido un Banco de Vino, donde se comprometen a guardar tu “inversión” en condiciones óptimas como si de una cava-caja de seguridad se tratara. Y aunque los “mortales” nos conformamos con echar un vistazo a “eBay”, hay auténticas empresas especializadas en la venta de vinos exclusivos, que son algo así como “Sothebys” y las casas de subastas más famosas.

En la web de ARVI, que conocía gracias a mi colega en la AEPEV (Asociación Española de Periodistas y Escritores del Vino) Ernesto Gallud, uno de los mejores expertos españoles en el mercado chino, podemos encontrar “ofertas” por vinos de la “Domaine de la Romanée Conti”, Lafite, Haut Brion, Petrus, Latour… bien por lotes, a precios que alcanzan los 60.000 euros o botellas como un Petrus de 1975 a 31.450 euros (los precios están en francos suizos, aunque se pueden convertir a euros dividiendo entre 0,826). Además, aparecen vinos en todos los formatos, incluidas botellas de gran formato.

En esta prohibitiva lista de 74 páginas, vemos que ARVI está especializada en vinos franceses, sobre todo en los “grand cru” de Burdeos, aunque también ofrece vinos estadounidenses, chilenos, españoles, italianos y australianos. El primer vino español en el ránking de precios es Dominio de Pingus 1998, a unos 4.350 euros, lo que nos sitúa bastante lejos de algunos vinos italianos de las indicaciones de Barbaresco o Barolo y a años luz de los franceses en cuanto a precio, algo que nos penaliza en el mercado de nuevos multimillonarios rusos, chinos o de cualquier procedencia, que nos culpan de falta de “glamour”. En la lista hay apenas una decena de referencias, destacando varias de Aalto o un Único de Vega Sicilia de la cosecha de 1968, a poco más de 1.500 euros.

Con todo lo anterior, no nos extraña que ARVI sea una compañía suiza o que la primera sucursal la hayan abierto en Hong Kong, que es la puerta de entrada de los vinos “raros” a China, dado que en el Gigante Asiático a cualquier vino se le grava un 45 por ciento adicional en impuestos. Siguiendo esta regla de tres, y de las cantidades de las que hablamos por botella, no es difícil imaginar a un gran número de personas transportando el vino de Hong Kong a las principales ciudades chinas, pagando tan sólo un billete de avión económico.

Visto lo visto, para evitar copias y falsificaciones que se han empezado a dar sobre todo en China y que han hecho que expertos catadores hayan tenido que certificar la autenticidad de muchos vinos, no nos extraña que cuando acaban las principales ferias internacionales en China, se utilicen toallas y martillos para destruir las botellas y las etiquetas como garantía. Además, empresas como SICPA ofrecen diferentes sistemas de seguridad en el etiquetado similares a los de un billete de curso legal.

No obstante, la inmensa mayoría de nosotros veremos pasar de largo noticias como ésta, más en los tiempos que corren. Nos conformaremos con magníficos vinos que podemos encontrar en nuestros lineales por menos de 4 euros y diremos que lo mejor de un vino, como casi siempre, es disfrutarlo en buena compañía.