Cosecha 2015, ¿otra más?
La nueva cosecha ya está aquí, poco a poco se inicia en las distintas zonas. Comenzando por los varietales, como si las uvas de variedades españolas históricas fueran expósitas.
Viendo como está el panorama, quizás con revisar lo escrito en 2012 sobre la sequía o en 2014 sobre le evolución de la climatología durante el ciclo de la vid estaría el trabajo hecho, pero las cosas no siempre son iguales. Con gran capacidad de síntesis Salvador Manjón va al grano: calidad excelente, ya que la ausencia de lluvias implica sanidad, calor que ha adelantado ligeramente las fechas y mermado la cosecha hasta dejarla en el tamaño de la pasada. Lógicamente una persona tan experimentada sabe de lo que habla y no es plan llevarle la contraria, pero no se ven las cosas tan claras.
La sequía no es técnicamente una “enfermedad”, pero indudablemente afecta a la composición de uvas y mostos, además de, por supuesto, a la planta. Si a esto se le añaden las altas temperaturas del verano, la maduración puede verse comprometida –en Jumilla dicen que la uva se “alcanza” y en mi pueblo que se “corta”. Si se le suma el alto porcentaje de hectáreas afectadas de granizo, cuya sanidad ya no es tan buena, aumentan las dudas. Y si se miran las previsiones para los próximos 15 días, en el tercio norte abundan las previsiones de tormentas y en Levante las “gotas frías” pueden ser espectaculares. Demasiados “si”, la única calidad segura es la de la uva que ya está en los lagares. Así pues, más vale no confiarse, no hay nada seguro; hay que mirar continuamente la uva y las previsiones meteorológicas para decidir el mejor momento de recogerla.
Respecto a la cantidad, es cierto que el verano ha mermado una cosecha que se preveía excelente en todos los sentidos. Daba gusto ver el vigor de la vid, la frescura de la hoja y los racimos bien ligados a principios de junio, pero progresivamente se han ido encogiendo y en muchos sitios puede no rematar. Otro cantar es la previsión del volumen total de la cosecha. Un gran número de nuevas plantaciones están entrando en producción y esto puede paliar la merma producida por la sequía. “O pactamos con las bodegas o se van a plantar viñas hasta en El Espolón” asegura Fernando Ezquerro, presidente de la Federación de Cooperativas de La Rioja, y no va descaminado. En Aragón también apuntan una cosecha superior a la pasada. Así que, de no mediar sorpresa, puede que la cosecha global se parezca a la del año pasado como asegura Salvador.
Una vendimia de inseguridades, nervios e intereses confrontados. O sea, como todas, ¡otra más!
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Químico Industrial y Enólogo
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Consultor y enólogo
Enólogo que escribe a ratos sobre los temas de los que sabe algo, o eso creo.
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