Adiós a Pau Roca, el diplomático del vino
Cosmopolita, educado, bien formado, diplomático, con soltura en idiomas (francés, inglés, catalán y español), gran negociador y con la mente abierta al comercio internacional. Así era Pau Roca, el único español que ha llegado a la cima de la Organización Internacional de la Viña y el Vino (OIV) como director general, tras un fallido asalto en 1997 en la ciudad sudafricana de Ciudad el Cabo, que le sirvió para adquirir solvencia internacional.
Tras una enconada lucha con el neozelandés John Barker, quien a la postre va a ser su sucesor tras su designación por amplia mayoría en el Congreso de esta primavera en Jerez de la Frontera, Pau Roca fue elegido para el cargo en 2019 y una larga y aciaga enfermedad le ha impedido por unos días culminar su mandato al frente del máximo organismo intergubernamental del vino.
Durante estos años, en los que ha tenido que lidiar con la epidemia del Covid19, que también le alcanzó de lleno, Pau Roca ha modernizado las estructuras de la OIV, las ha dotado de un excelente servicio de comunicación, ha protagonizado un importante cambio digital, ha ampliado el número de países miembros y ha formalizado el cambio de sede de París a Dijon, en un país sumamente centralista.
Roca ha continuado el trabajo iniciado por el italiano Federico Castelluci, uno de sus grandes mentores y amigo personal, de abrir la organización, hasta entonces bastante cerrada y endogámica a funcionarios y miembros de los distintos gobiernos nacionales, a las empresas y al comercio internacional.
Desde ese atril ha batallado hasta la extenuación contra las políticas prohibicionistas y, en ocasiones, talibanes de algunos Ejecutivos en contra del vino, con la mano izquierda que siempre le ha caracterizado como hombre tranquilo y diplomático.
Durante 26 años (1992-2018) ejerció como secretario general de la Federación Española del Vino (FEV), patronal de las bodegas de este país, y contribuyó al exitoso trabajo del Comité Europeo de Empresas del Vino (CEEV), que ahora preside el español Mauricio González Gordon.
Con anterioridad, Pau Roca, licenciado en Ciencias Biológicas, había trabajo con éxito en el sector de los frutos secos como buen ganxet (reusense) y del aceite de oliva donde llegó a ser director general de Expoliva durante un año.
Caballero de la Orden del Mérito Agrícola, en Francia, y Encomienda de la Orden Civil de Alfonso X El Sabio, por España, Pau nos ha dejado a los 65 años de forma tranquila y silenciosa, él que no era amigo de ruidos ha sido discreto hasta para iniciar su último viaje.
Pau Roca Blasco nos deja la herencia de su trabajo, su buen hacer, sus maneras, su patriotismo y su defensa a ultranza del vino. A sus amigos y conocidos nos deja un poco huérfanos y con un enorme nudo en la garganta. A Diana, su mujer, y a sus hijos les deja el legado de un gran trabajador y excelente padre de familia. A todos nos queda el consuelo de su memoria y el recuerdo machadiano de que se nos ha ido un hombre bueno en toda su extensión. Descanse en paz.
Periodista. Miembro de AEPEV y FIJEV
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